Visita al Diablo Mundo XXII: Christopher Marlowe – Tamerlán El Grande
Publicado: octubre 5, 2014 Archivado en: Christopher Marlowe, Historia, Literatura, Tamerlán, Visita al Diablo Mundo | Tags: Alejandro Magno, Christopher Marlowe, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, Genghis Khan, literatura, Tamburlaine, Tamerlán, Tamerlán el Grande, Visita al Diablo Mundo, William Shakespeare 1 comentarioComo sabemos la historia occidental siempre ha estado ‘europerizada’, muchos personajes y hechos de suma relevancia se han perdido en el tiempo simplemente por no pertenecer al canon de la historia europea. Grandes conquistas, imperios, caudillos, etc. de otros continentes han quedado relegados de la memoria colectiva. Al hablar de grandes conquistadores mundiales en la historia a la mayoría de gentiles solo tres personajes nos vienen a la mente: Alejandro Magno, Atila el Huno, y Genghis Khan. El primero es el arquetipo absoluto de líder, el más grande de la historia para muchos, dentro de los que me cuento. Sin embargo los territorios conquistados por Alejandro, aunque nos duela decirlo, no eran ni una cuarta parte de los de Genghis Khan, a quien muchas veces solemos calificar de bárbaro quien se hizo de todos sus territorios mediante la brutalidad, pero principalmente por el hecho de ser mongol y no europeo.
El pueblo musulmán ha sido principalmente estigmatizado a lo largo de la historia, pasando por alto sus grandes logros y personajes que tanto han influido en la cultura mundial. ¿Dónde quedó la historia de Tarik el gran conquistador de la península ibérica? ¿Dónde quedó el relato de los poderosos ejércitos liderados por sagaces sultanes que por poco conquistan a China y llegaron hasta el Japón? Entre muchos de los olvidados podemos contar a Belo, Nino, los grandes Califas, y, por supuesto, Tamerlán el Grande [1320–1405], de quien quizá nunca habría tenido noticia si no fuera por nuestro Christopher Marlowe.
Durante mucho tiempo Marlowe ha estado bajo la sombra de Shakespeare, sus aportes a la literatura son conocidos tan solo por los estudiosos o amantes de ésta. Su obra más famosa es la Tragedia del Doctor Fausto, primera adaptación dramatúrgica del famoso relato que Goethe llevaría a la sublimidad un par de siglos luego. Pero poco se conoce del resto de sus obras y mucho menos de sus tragedias. Por eso nuevamente agradezco a las «librerías underground» que me permiten acceder a este tipo de textos. Tamerlán el Grande [Tamburlaine the Great (1587)] obra de dos partes que nos habla del gran conquistador turco-mongol de la edad media. Es una de las mejores obras que han llegado a mi, no solo por ser un hito en la historia de la literatura y su consecuente influencia en ésta, sino por la calidad de composición, estructura y relato. Pocos relatos de corte histórico llegan a apasionar tanto como éste.
Marlowe inicia su relato presentándonos a un humilde pastor escita con ansia de poder, dueño de un discurso divino que logra seducir a cualquiera que escucha sus prudentes razones. Poco a poco nos vamos metiendo en la historia y enamorándonos de este personaje, quien deseaba restituir los territorios ganados por Genghis Khan -del que no descendía-, pero al que rendía gran homenaje y admiraba tanto como Alejandro a Aquiles.
Continuar la lectura de la obra no hacía más que apasionarme, tal como he mencionado. Como siempre mi curiosidad está al mando y me intrigó conocer al personaje histórico que sirvió de inspiración para la creación de esta obra, estaba seguro que se trataba de un relato libre de la vida de Genghis Khan o de algún general mongol olvidado, más no relevante. Cuan grande fue mi sorpresa al encontrarme con que este gran conquistador cuyas hazañas parecían tan de ficción había existido en verdad, me sentí un gran ignorante. Cómo pudo suceder que yo, siendo un gran amante de la historia en general, viví todos estos años ignorando la existencia de Tamerlán el Grande.
Por supuesto el Tamerlán de Marlowe difiere, a breves rasgos, del Tamerlán histórico, pero sublime es contemplar la helenización y romanización de tamaño personaje. Marlowe lo hizo a la perfección, del turco-mongol islámico/shamanista a apolónica figura rivalizando tan solo con Alejandro Magno. Los elogios y agravios se los hace a Júpiter antes que Alá, e incluso llega a quemar el Corán para probar que él es verdadero ‘azote de dios’ y ni el mismo Mahoma puede igualársele.
Pensemos en el contexto temporal en que se da esta obra; el teatro rígido, torpe e ingenuo de la era Tudor estaba llegando a su fin, la nueva dramaturgia necesitaba una obra cumbre que sirviera de lumbre para la naciente era Isabelina. Marlowe trae de vuelta y populariza el verso blanco, que se contrapone a la rima; los actores son, entonces, más libres, para improvisar. Las tragedias y tragicomedias se apoderaban de las carteleras. La precisión histórica de los hechos o datos de un evento y personaje son sacrificados por el bien de la audiencia. Los personajes ahora sí eran eso, caracteres individuales con los cuales el público se podía identificar; recordemos que el teatro de aquella era reunía en sus salas a nobles y plebeyos.
El anglicanismo en Inglaterra se consolidaba dejando atrás el catolicismo romano casi por completo, es decir, una suerte de humanismo inglés estaba naciendo. Tamerlán es una de las primeras grandes obras teatrales donde vemos al hombre ser protagonista en absoluto, vemos a un individuo forjando su destino y desafiando a los dioses. El marcado antropocentrismo de la obra quizá se deba al supuesto ateísmo de Marlowe. La ambición y sacrílega actitud de Tamerlán sería, en cualquier otra obra, sujeto de castigo por parte de los dioses, pero aquí es recompensada.
A continuación algunos de mis pasajes favoritos de la obra:
Escena VII, Acto I, Tamerlán El Grande: Parte Primera. ‘La sed de reinar y dulzura de una corona que causaron el primogénito del celeste ops arrojará a su provecto padre de su trono y señoreará él el imperio celestial, me han movido a hacer armas contra su estado. ¿Qué mejor precedente que el potente Júpiter? La Naturaleza forjadora de los cuatro elementos que por la supremacía pelean en nuestros pechos, nos enseña a todos a tener ánimos ambiciosos. Nuestras almas, cuyas facultades son capaces de comprender la maravillosa arquitectura del mundo y medir el curso de todos los errantes planetas, incluso persiguiendo el conocimiento infinito y siempre moviéndose como las inquietas esferas, nos impele a nunca descansar hasta alcanzar el fruto más maduro de todos, esa perfecta dicha y única felicidad que es el dulce disfrute de una corona terrena.’
Escena II, Acto IV, Tamerlán El Grande: Parte Segunda. Theridamas (General de Tamerlán): ‘Bien hallada, Olimpia. Te buscaba en mi tienda, pero viéndola obscura y tenebrosa, sin que tu belleza estuviese para iluminarla, enfurecido corrí los campos buscándote, presumiendo que el amoroso Júpiter había enviado a su hijo, el alígero Hermes, para conducirte fuera de aquí. Mas ahora que te encuentro y mi temor se disipa, dime, Olimpia, si accederás a mis deseos.’
Escena III, Acto II, Tamerlán El Grande: Parte Segunda. Al morir Zenócrata, emperatriz de Tamerlán: [Precaución: esta escena puede reducirlo a lágrimas]: ‘¿Cómo? ¿Ha muerto? Techelles, desfunda tu espada y taja en dos mitades la tierra, para que desendamos a sus cavernas infernales, a fin de asir a las fatales hermanas por el cabello y arrojarlas al infierno a los triples abismos, por haberse llevado a mi bella Zenócrata. Casane y Theridamas, ¡a las armas! Levantad cureñas altas como las nubes y romped a cañonazos la armazón del cielo. Batid el brillante palacio del sol y arruinad todo el firmamento estrellado, porque Jove, enamorado, me ha arrebatado mi amor para convertirlo en la majestuosa reina de los cielos.
Ahora que algún dios te tiene entre los brazos, brindándote néctar y ambrosia, mírame, divina Zenócrata, enrabiado, impaciente, desesperado y loco, quebrando mi lanza acerada, con la que rompía los quicios mohosos del tiempo de Jano, dejando libres la muerte y la tiránica guerra para que marcharan a mi lado bajo mi sangriento estandarte. Y, si es que compadeces a Tamerlán el Grande, desciende del cielo y torna a vivir conmigo. ‘
Por último, tengo el honor de compartirles el texto, aunque es una pena que en las redes no se encuentre más que la primera parte, así que ahora es trabajo de ustedes el ir a su librería underground o mística más cercana, excavar entre pliegos de libros polvorientos y encontrar al buen Tamerlán.
Christopher Marlowe – Tamerlán El Grande (Parte Primera PDF)
Arqueología Arcana: Las Pirámides de Ecuador
Publicado: marzo 18, 2014 Archivado en: Artículos Varios, Documental, Ecuador, Historia, Mitología, Mitología Ecuatoriana, Pirámides | Tags: arqueología, Cochasqui, Cuenca, Ecuador, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, gigantes, historia, la Maná, leyendas, mitología, mitos, Oriente, Padre Crespi, Pirámides, Pirámides Ecuador, quito 2 comentariosSudamérica es, sin duda, el territorio que siempre es dejado de lado, arqueológicamente hablando. El único territorio que ha sido explorado «apropiadamente» es el de Perú y Bolivia, sin embargo territorios como Colombia, Brasil, Paraguay, y muy particularmente Ecuador, esconden la mayor riqueza arqueológica de esta humanidad.
Conocido es en el mundo el famoso caso de La Cueva de los Tayos, sitio donde se encontraron un sinnúmero de artefactos y documentos que podrían haber cambiado la historia para siempre, artefactos y documentos que contaban los orígenes de esta humanidad, de este mundo, y del universo entero. Objetos tan interesantes como por ejemplo figuras e ídolos con motivos sumerios, acadios, babilónicos, y egipcios; tablillas de oro con escritura arcana donde, según las leyendas de los pueblos originarios, se contaba la historia de la humanidad; dioses mesopotámicos en Sudamérica, ¡cómo es eso posible! Pronto le dedicaremos un post muy especial a todos los misterios de esta cueva, mientras tanto como abreboca les dejo este fascinante video de la colección del padre Crespi, quien era poseedor de la mayoría de objetos encontrados en la Cueva de los Tayos, y que posteriormente, a la muerte de éste, fueron llevados de Ecuador a quién sabe dónde, objetos que es probable ya no existan o permanezcan ocultos por largo tiempo.
Pero hoy no nos ocuparemos de la apasionante Cueva, hoy hablaremos de Pirámides, sí, pero no las de Egipto, no pirámides Mayas, no pirámides Chinas; ¡no! Hoy hablaremos de las pirámides de Ecuador, ‘¿de Ecuadoooooooooooooor?’ Sí, sí, ¡Pirámides de Ecuador! Un hecho que en el mundo poco se conoce, pero que aquí estamos para mostrarlo, para revelar un poco de nuestra historia oculta, de eso que no aparece en ningún libro de escuela. Siempre he pensado que el hecho que existan pirámides en todo el mundo se debe al simple hecho de su lógica, y relativamente sencilla construcción para las culturas antiguas, como reza aquel adagio: ‘es mucho más fácil apilar piedras con forma piramidal que con forma de Partenón.’ Sin embargo hay detalles que no podemos ignorar se repiten incansablemente y comparten rasgos idénticos.
Primero empezaremos hablando de algo popular en mi país, pero quizá desconocido para el resto de países: Las Pirámides de Cochasqui.
Las Pirámides de Cochasqui (sitio ubicado a 52 Km al norte de Quito) es un supuesto complejo astronómico pre-incáico, herencia de la cultura Quitu- Cara, construido -nuevamente, supuestamente- en el siglo V D.C. Estas pirámides, 15 en total, cuentan con la particularidad de estar «cortadas» en el tope y tener un ‘sello’ en lugar de punta. Cochasqui significa literalmente ‘tierra en mitad del agua’ o ‘mitad del mundo’, concepto que nos da varias ideas para volar, ¿acaso podríamos estar hablando de una Atlántida ecuatoriana, o acaso de un complejo estilo Gizé egipcio? Recordemos que el complejo de la meseta de Gizé en Egipto también era llamado por los antiguos egipcios como el centro mismo del planeta tierra.
Lamentablemente estas pirámides se han fusionado con la llanura de la sierra ecuatoriana, y hoy lo que podemos observar son simples montículos de terreno con formas rectas, y como sabemos ‘dios no construye en líneas rectas’. Espero el gobierno de mi país se preocupe más por este complejo e implemente la tecnología necesaria para intentar excavar y salvar un poco de su forma original para disfrutarlas de todos sus misterios a plenitud.
La Pirámide Negra de La Maná
La Maná es una pequeña ciudad ubicada en la provincia de Cotopaxi, a 150 km de Latacunga, capital de la provincia. En este lugar, en el año de 1984 se hizo un hallazgo extraordinario; se encontraron una serie de objetos que al parecer era imposible pertenezcan a alguna cultura arcaica o precolombina ecuatoriana. Los objetos fueron catalogados como «ooparts» (artefactos fuera de su tiempo) y su origen le fue otorgado, ni más ni menos, que a la legendaria atlántida. A cada uno de estos objetos encontrados les dedicaré un post futuro, pero ahora nos enfocaremos en la misteriosa Pirámide Negra.
Esta pirámide, como pueden observar en la fotografía, no parece mesoamericana sino Egipcia, y si nos fijamos mejor encontraremos que es idéntica a los piramidiones encontrados en la meseta de Gizé, e idéntica a la Pirámide que aparece en el billete de $1 estadounidense, con la muy particular seña de ‘El Ojo que todo lo ve’. Es por eso que esta pirámide ha sido llamada Pirámide Illiminatti.
Al reverso de la misma encontramos una extraña inscripción en lenguaje arcano y también una serie de puntos que, se relacionan, ni más ni menos con la tan famosa Constelación de Orión y glifos sánscritos arcaicos que aún no podemos interpretar. Según su descubridor, Guillermo Sotomayor, descubridor, esta pirámide, junto con las piedras y demás «ooparts» encontrados, eran parte del legado de Enki, dios sumerio que guarda estrecha relación con Sunki, un dios Shuar del oriente ecuatoriano, pero ésa es otra historia. Sigamos.
En el hermetismo, principalmente en las tradiciones rosacruces, encontramos la leyenda de las Tres Pirámides que actúan como ¿Antenas Cósmicas¿: la primera en Egipto, la pirámide de Keops; la segunda en Sumeria, y la tercera en la ‘Montaña Sagrada’. Por mucho tiempo se desconoció el paradero de la mencionada montaña. Umberto Eco en su Péndulo de Foucault menciona que esta Montaña Sagrada debe cumplir ciertos requisitos, como por ejemplo que las piedras al romperse toman una forma piramidal, un fenómeno de lo más curioso que efectivamente se da en La Maná, precisamente en la zona donde se encontró esta pirámide, las razones científicas para aquello no lo sé, algo tendrá que ver con el magnetismo y posición en la que está la zona.
Bueno sigamos con la historia, se supone que la segunda pirámide, la de Sumeria, fue de territorio en territorio hasta llegar a la India, donde fue encontrada en el siglo XVIII, en la década de los 1760’s. Al parecer de alguna forma esta pirámide llegó a manos de un maestro masón, quien luego viajó a Estados Unidos y finalmente se le fue mostrada a Benjamín Franklin, otro maestro masón y del conocimiento hermético, de inmediato escogió la pirámide como símbolo de la nueva república. Símbolo que posteriormente sería usado en 1935 para el billete de $1. Es por eso que esta pirámide nos parece tan familiar, todo está conectado, meus hermanos.
Complejo de Pirámides en la Jungla Ecuatoriana
Recuerdo que en el año 2013 me enteré gracias a sitios de noticias asiáticos y europeos, que en Ecuador habían encontrado unas supuestas ruinas de una ciudad antiquísima y que ésta estaba habitada por gigantes de los cuales también se encontró restos. Supuse que esta noticia iba a ser un ‘boom’ en mi país, pero ningún medio de comunicación, incluso medios internautas, cubrieron o dijeron algo sobre el supuesto hecho. Pensé que era algo muy extraño, y deduje que la noticia de gigantes se trataba simplemente de un engaño sensacionalista más de los tantos que vemos en la red. Sin embargo gracias a un buen amigo que viaja por aquellas tierras del oriente ecuatoriano, me enteré que los descubrimientos de hecho se dieron, y existen websites donde se relatan los hallazgos e incluso muestran fotografías de la supuesta ciudad de gigantes y de las herramientas que éstos usaban, como por ejemplo un martillo ‘gigante’.
Como en todas las culturas del mundo los gigantes forman parte del folklore de este país, en cada ciudad existe una historia de gigantes, y por los lares selváticos estas leyendas abundan, se han encontrado osamentas y restos de personas que superan los 7 metros de altura. Recuerdo que inclusive entre mi familia existe una historia de una tía abuela que medía cerca de 2.50 cm. Así que este tipo de noticias no nos debería sorprender ni deberíamos tomarlas como un simple ‘hoax’ o broma de mal gusto. Lo mejor que podemos hacer es investigar e investigar. Poco a poco seguiré con las historias de gigantes en Ecuador, y mostraré las pruebas que confirmarían la existencia de éstos. Por ahora nos queda seguir otorgando el beneficio de la duda.
Esta es tan solo la primera entrega de una serie de artículos relacionados con mitos, hechos, y leyendas de mi país, hay muchos descubrimientos en extremo relevantes que se han hecho en este lugar y que no han tenido la cobertura que se merecen. También poco a poco iremos indagando en los nexos que tienen varios sitios de Ecuador con el resto del mundo. Temas que en verdad lo dejarán fascinado.
Música de Culturas Antiguas
Publicado: febrero 13, 2014 Archivado en: Ancient Music, Artículos Varios, Grecia, Historia, India, Orfeo | Tags: ancient music, Bizancio, China, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, Grecia, historia, India, música, Música antigua, Música de la Antigua Grecia, Música del Antiguo Egipto, Música Tradicional, Paul McCartney, Persia, Roma 3 comentarios¿De dónde vino esa melodía, acaso ya la escuché antes? ¿La estoy inventado, creando, o simplemente reversionando? Son las preguntas que la mayoría de compositores o «compositores» (como yo) nos hacemos a la hora de crear una canción, siempre está aquella eterna interrogante de si estamos creando o copiando inconscientemente, recordemos el famoso caso del mismísimo Paul McCartney cuando creó la canción ‘Yesterday’, él estaba seguro que esa canción ya existía y la fue cantando por todas las tiendas de discos para ver si alguien la reconocía, pero no existía, la canción fue creación pura (claro, una fusión de standards, pero creación al fin).
Aquellas melodías que vienen a la mente de repente, y sin saber de dónde ni cómo, es un fenómeno muy peculiar, es algo increíble, al escuchar varias de estas composiciones de culturas de antaño me he dado cuenta que varias de estas melodías alguna vez han venido a mi mente sin haberlas escuchado jamás; la música también es arquetíptica, aquellas melodías de la antigua Grecia danzan en nuestras mentes nacemos con música, somos receptores y transmisores de la danza misma de los astros, la melodía universal. La lira de Orfeo se manifiesta a cada momento en nuestras almas, es algo que debemos dejar salir en un tarareo, un silbo, un canto, una composición, acaso se trata de un mensaje estelar, o simple inspiración divina, es algo que siempre me preguntaré.
Por ahora disfrutemos de estas hermosas composiciones, traídas a nosotros desde el centro mismo de la existencia:
Música del Antiguo Egipto
Música de la Antigua Grecia
Música de la Antigua Sumeria, Egipto, y Grecia
Música de la Antigua Roma
Música de la Antigua India
Música Tradicional Persa
Música de la Antigua China (Inicia al minuto 9:00)
Música Tradicional Árabe
Música Secular Bizantina
Música Tradicional Celta
Música Tradicional Escandinava
Música de la temprana Edad Media
Música Barroca Española
Conspiración Shakespeare: La Teoría Marlowe
Publicado: noviembre 5, 2013 Archivado en: Christopher Marlowe, Conspiración Shakespeare, Francis Bacon, Historia, Literatura, Rosacruz, Teoría Marlowe, Visita al Diablo Mundo, William Shakespeare | Tags: Apolo, Atena, Christopher Marlowe, Conspiración Shakespeare, conspiracy theory, Doctor Faustus, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, Francis Bacon, literatura, misterio, oculto, piscis, Shakespeare, Teatro, teoría de conspiración, William Shakespeare 5 comentariosEl problema de los hombres excepcionales y geniales es que llegan a convertirse en leyenda, la inmortalidad tiene su precio: el mitificarse; se ha dudado de la existencia de hombres como Aquiles, el Buda Gautama… se dudaría incluso de la existencia de Alejandro Magno si es que ésta no estuviera tan documentada. Con el pasar de los años el folclor transformará a Hitler en una especie de ‘coco’ para asustar a los niños, pero pocos se preguntarán si en verdad existió un personaje tan terrible como dicen los cuentos. Un caso similar es el que ha sufrido nuestro amigo William Shakespeare (, desde su repentino e inexplicable éxito allá por 1593, se han creado suposiciones e hipótesis sobre la verdadera identidad de El Bardo (‘persona encargada de transmitir las historias, las leyendas y poemas de forma oral’. Shakespeare era llamado El Bardo de Avon por su oficio y lugar de nacimiento: Stratford on Avon, Reino Unido, 1564-id., 1616).
Rumores por acá, suposiciones por allá, revelaciones por acullá, la verdadera identidad de Shakespeare o la verdadera pluma detrás de los escritos, siempre ha estado envuelta en un velo de misterio. Desde los contemporáneos de Shakespeare quienes dudaban de la veracidad de su autoría al conocerse que él era un sujeto prácticamente iletrado, -Mark Twain estaba completamente seguro que el Shakespeare histórico,el actor, era totalmente incapaz de haber escrito las obras que se le atribuyen.- había abandonado la escuela a los 15 años, y el aprendizaje autónomo no era una opción por aquellos tiempos, ya que los libros y textos pertenecían casi exclusivamente a los establecimientos educativos, la realeza y el clero. Es así como a lo largo de la historia han surgido diversos nombres tales como William Stanley, Edward de Vere (muy relevante), e incluso un seudónimo del mismísimo Francis Bacon clamando ser la mano oculta detrás de la obra, todos estos nombres tienen su teoría, pero ninguna cumple con las expectativas, sobre todas éstas hay una teoría con argumentos tan claros, lógicos y fuertes que bien podría estar cambiando la historia de la literatura: La Teoría Marlowe.
La Teoría Marlowe clama que en realidad William Shakespeare existió, sí, fue un famoso actor de la Inglaterra medieval, pero no escribió ninguna de sus supuestas obras, no; él solo las firmaba con su nombre actuando como un chivo expiatorio, pero la persona detrás de todo, el genio de la pluma maestra y los versos blancos, fue Christopher Marlowe.
¿Christopher Marlo… qué? ¡Sí! Christopher Marlowe (bautizado el 26 de febrero de 1564 – † 30 de mayo de 1593), quizá lo recuerden por su obra más famosa: Doctor Faustus, célebre por ser la primera adaptación teatral del mito alemán, el primero que puso a Fausto sobre la palestra literaria. ¿Pero quién era este personaje? Pues bien, fue todo un rockstar de su tiempo: literato, bohemio, y hasta supuesto espía al servicio de la Corona Inglesa. A lo largo de su vida publicaría obras como la mencionada Doctor Faustus, Eduardo II, Tamburlaine, La Masacre en París, etc. Todas estas obras muy laureadas y que muy pronto lo convertirían en uno de los autores más respetados de toda Inglaterra. Sin embargo su personalidad rebelde lo llevaría a sinnúmeros de problemas con diferentes personajes, se haría de grandes enemigos, entre aquellos la mismísima Corona Inglesa. Se acusó a Marlowe de ateísmo, de homosexualidad, y de estar fraguando una conspiración contra la corona.
Sería un 30 de mayo de 1593 que Marlowe se encontraba reunido con personajes relacionados con actividades delictivas y de espionaje, y tras una larga estancia de 8 horas, pasadas en su mayoría, encerrados en el aposento, después de la cena se produce una supuesta discusión sobre la cuenta y, a resultas de la misma, Marlowe muere cuando la daga que él mismo empuñaba, es desviada por su rival, le atraviesa el ojo y le llega al cerebro( wiki). Se dijo que Marlowe fue asesinado como castigo por su «epicureísmo y ateísmo», también, y ésta es la versión más aceptada, que simplemente se trató de una riña entre ebrios. Marlowe tenía las de perder, de no ser «asesinado» en aquél bar, la corona iba a acusarlo de traición, torturarlo, para finalmente asesinarlo. Pero se dice que en realidad Marlowe no murió, sino que fingió su muerte y con ayuda de uno de sus compañeros espías huyó hacia Italia. Pero, ¿y el cuerpo? Pues se dice que usaron el cuerpo de John Penry (ahorcado por escribir ‘literatura subversiva’). El cuerpo de Penry jamás fue encontrado. Desde el exilio, y nuevamente con la ayuda de un amigo, buscarían un personaje que acepte firmar sus obras como suyas para así seguir publicando sus textos, este sujeto era ni más ni menos que el actor William Shakespeare.
Conociendo todos los antecedentes, ahora procedamos a revisar los supuestos paralelismos entre estos dos personajes:
- Los dos vivieron en Londres al mismo tiempo.
- Los dos se dedicaban a la misma actividad; dramaturgia, en los mismos teatros de Londres.
- Trabajaban con las mismas personas; recordemos que los mismos actores se dividían en diversos grupos teatrales.
- Los dos fueron conocidos como grandes escritores de mucho prestigio, en diferentes períodos temporales.
Y sin embargo, ¿cómo es posible que los dos más grandes escritores de la Inglaterra Isabelina jamás llegaron a conocerse? O por lo menos que no exista algún registro del encuentro entre ellos dos.
Ahora revisemos sus diferencias:
- Como ya hemos mencionado, quizá el mayor contraste entre estos personajes, analizándolos históricamente, era el nivel de educación de cada uno: Shakespeare, el conocido actor, como mencionamos, tuvo poca experiencia académica abandonando los estudios a la edad de 15 años. Por el contrario Marlowe logró dos títulos, incluyendo un masterado en la Corpus Christi College de Cambridge.
- Shakespeare nunca tuvo la oportunidad de aprender otros idiomas aparte de su inglés nativo. Sin embargo Marlowe sabía muchos, llegando a traducir a Ovidio.
- Shakespeare no tuvo oportunidad de aprender protocolo militar, ni tampoco el protocolo de la vida cortesana que Marlowe sí tuvo, y que tan presentes son las referencias a éstas en las obras shakespereanas.
- De acuerdo con los registros históricos, Shakespeare jamás dejó Inglaterra ni tuvo viajes por placer. Por el contrario Marlowe viajó por muchos países de Europa, siendo mucho más fácil para él el describir varios escenarios europeos que se encuentran en las obras de El Bardo, escenarios que serían muy difíciles de describir sin haber estado en los sitios en cuestión.
Similitudes entre sus estilos literarios:
Primero debemos mencionar que Shakespeare, muy curiosamente, empezó a publicar sus trabajos precisamente el año de la «muerte» de Marlowe -1593- y que al contrario de éste, y a pesar de tener la misma edad, 29 años, El Bardo no poseía ninguna obra en su haber.
- En la obra de Shakespeare existen cientos de líneas «duplicadas» o tomadas de los trabajos de Marlowe, quizá como referencia, plagio, inspiración u homenaje. Procederé a citar a la buena wikipedia:
- El primer poema publicado por Shakespeare, Venus and Adonis se basa en un tema mitológico y, se considera, inspirado en Ovidio. Se desconoce, y se duda, que Shakespeare hubiera adquirido una formación clásica. Por el contrario, Marlowe escribió un poema similar: Hero and Leander, tradujo a Ovidio y se conoce su formación académica en el arte clásico.
- Los dramas de ambos autores guardan similitudes de forma y de fondo. Marlowe es el primero que utiliza el verso blanco en sus dramas, característica que utilizará posteriormente Shakespeare en los suyos. Eduardo II (de Marlowe) puede considerarse el antecedente del teatro histórico de Shakespeare. En una y otras obras se supone de su autor, un elevado conocimiento de la historia de Inglaterra y se habría recurrido a las mismas fuentes.
- J. M Robertson afirmó que la pluma de Marlowe se aprecia con claridad en Ricardo III y, en menor medida, en Enrique V, La comedia de las equivocaciones, Julio Cesar y Romeo y Julieta.
Calvin Hoffman ha encontrado similitudes casi literales en diversos versos de ambos autores:
- En el Fausto de Marlowe, cuando éste contempla a Helena de Troya aparece: «Was this the that launched a thousand ships?» Y en Troilus and Crecida de Shakespeare aparece como: «She is a pearl / Whose price hath launched above a thousand ships.»
- En El Judío de Malta de Marlowe podemos leer: «I… hold there is no sin but ignorance.» Y en Twelfth Night de Shakespeare:»I say there is no darkness but ignorance.»
- También, Marlowe escribió: «Holla, ye pampered jades 0f Asia. / What, can ye draw but twenty miles a day…» Y Shakespeare en Enrique IV escribiría: «And Hollow pampered jades of Asia, / Which cannot go but thirty miles a day;»
Los hechos decisivos:
- Si Shakespeare y Marlowe fueron contemporáneos y vivieron en el mismo lugar, frecuentaron las mismas personas, debería existir algún registro de su encuentro, sin embargo no existe testimonio alguno del encuentro entre ellos dos.
- El «asesinato» de Marlowe da todos los indicios de haber sido una asesinato falso y preparado para su huida de Inglaterra, a pesar que existe varios testimonios «veraces» y publicaciones en la prensa comentando su muerte.
- La falta de experiencia de Shakespeare tanto cultural como académica le habrían sido un gran impedimento a la hora de crear obras tan magníficas como las que le son atribuidas.
- No existe ningún documento escrito o firmado oficialmente por Shakespeare, excepto su testamento. La mayoría de documentos que se conocen están firmados bajo el nombre de William Shaxpere, no Shakespeare.
- Este testamento, curiosamente, menciona varias de sus posesiones, pero no aparece ningún libro o texto en él, ni legó a nadie las obras en las que supuestamente trabajaba por aquellos tiempos.
- Las obras de Shakespeare siguieron apareciendo luego de su muerte, supuestamente eran manuscritos encontrados recientemente.
- Todo parecería indicar que Marlowe fingió su muerte y siguió escribiendo publicando su obra bajo el nombre del actor William Shakespeare, quien probablemente recibía cierta suma de dinero por tal favor.
Todo el caso parece una de las obras de Marlowe o Shakespeare indeed, tiene todos los elementos para ser una obra maestra, ahora solo está en nosotros el seguir investigando o esperando que algún día la verdad de este caso salga a la luz completamente. Mientras tanto sigamos disfrutando de las obras de este o estos dos personajes, que al fin y al cabo su obra ya ha trascendido a sus autores y tienen vida propia.
Como Bonus Track les dejo un pequeño documental en inglés sobre Shakespeare, Francis Bacon, Los Rosacruces y la teoría que menciona que el nombre ‘William Shakespeare’ en realidad era meramente un seudónimo, nombre que apareció tan solo dos semanas luego de la supuesta muerte de Marlowe. Todo visto desde un punto de vista más arcano, mitológico y esotérico, como tanto amamos.
El nombre William se deriva de Hwyll, el nombre en galés del dios de la luz, llamado Apolo por los griegos, y Helm, que significa casco. En otras palabras, William es una referencia al casco de oro de Apolo, casco por los que Apolo y su homólogo femenino, Atena eran conocidos, junto con sus «agitantes» lanzas. . . El casco de Atena se conoce como el casco de la invisibilidad, ya que tiene fama de conceder una protección invisible al usuario. Qué mejor seudónimo para alguien que iluminaba con su conocimiento y sin embargo debía permanecer ‘invisible’ a los ojos de la ley.
Shake Spear: Shake= agitar, Spear = Lanza: ‘Lanza que se agita alejando el dragón de la ignorancia.’
Cervantes y Goethe unidos en la historia por los perros que ladran
Publicado: septiembre 1, 2013 Archivado en: Books, España, Films, Goethe, Historia, Literatura, Miguel de Cervantes, Visita al Diablo Mundo | Tags: don quijote, Don Quijote de la Mancha, error, escritores favoritos, eva perón, Fausto, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, frase, Goethe, hugo chávez, juan montalvo, Ladran Sancho señal que cabalgamos, literatura, Miguel de Cervantes, nexo, perros, sancho 7 comentarios«Ladran, Sancho, señal que cabalgamos…»
Para muchos de ustedes esta frase es quizá la más famosa de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, citada por todos nosotros alguna vez en nuestras vidas, la frase favorita de políticos como Hugo Chávez y Eva Perón, ¿pero acaso esta frase tan famoso aparece en el Quijote?
Luego de haber leído las dos partes de El Quijote, y a parte de darme cuenta que son los mejores textos jamás escritos, me di cuenta que la tan famosa frase no aparecía en ningún lado, y no podía ser un error de traducción o algo por el estilo. Perplejo completamente empecé a buscar el origen de la frase, supuse Cervantes la había mencionado en otro texto, así que leí todos los escritos posibles de éste, y por supuesto, me sirvió para darme cuenta que es el mejor escritor de habla hispana, no hay como él. Pero, pero, tampoco encontré la frase, en este proceso de leer todos los textos de Cervantes (La Galatea, Novelas Ejemplares, Entremeses, etc) demoré algunos meses, al no dar con la frase inicié la búsqueda nuevamente, esta vez con la ayuda de nuestra amiga internet, algo que debería haber hecho desde el principio, aunque no hubiera sido justo para mi conocimiento.
Inicié la búsqueda y me topé con que la frase apócrifa y erróneamente otorgada a Cervantes ha sido usada desde el siglo XIX, -una gran pista- diversos autores se la adjudicaban, en verdad creí que el origen de la frase iba a ser una de aquellas cientas de reversiones de El Quijote, como ‘Los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes‘ de Juan Montalvo. Seguía la búsqueda y ¡oh sorpresa! Goethe aparece, sí, en uno de sus poemas aparecía la famosa frase, no de manera literal, pero muy similar a ésta. ¿Acaso podría ser? ¿Había encontrado el nexo entre mis dos escritores favoritos? Goethe y Cervantes, los más grandes, unidos por un poema y una frase.
Sí, Goethe en su poema Labrador [Kläffer] (1808) menciona: «Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos». He aquí la frase. Quién iba a decirlo, una de las frases más famosas de la historia atribuida a Cervantes, pertenece en realidad a Goethe. Ahora nos queda averiguar desde cuándo se la atribuye al buen Don Quijote, ya que si investigamos hasta el siglo XIX se le da crédito total a Goethe por la frase, sin embargo en el siglo XX cambia por completo, todas las pistas me llevaron al film inconcluso de Orson Welles Don Quixote, muchos lo identifican como el origen de la frase, y sí, en el film se menciona la frase «Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos». Sin embargo muy pocos vieron este film televisivo, y la película en sí jamás llegó a realizarse por completo. No sería sino hasta 1990 que Jesús Franco retoma las riendas del film y lo lanza finalmente, pero esa es otra historia. El origen del error quizá solo fue la confusión, vemos que autores de la talla de Sábato también la usaban, así que podríamos concluir que la frase fue erróneamente atribuida a Cervantes en aquellas tertulias de literatos de cierta fama donde jamás se pone en tela de duda lo expuesto por alguien de renombre, quizá algún escritor respetado citó la frase atribuyéndola a Cervantes y luego se regaría como pólvora llegando hasta nuestros días los perros que ladran como frase Cervantina. Nuevamente he descubierto el agua tibia, estoy seguro cientos de personas o miles ya han escrito algo parecido, pero he aquí mi versión, una más una menos, cada una aporta algo más al conocimiento. Claro que ya desearíamos que exista un apócrifo goethiano de Don Quijote vs. Fausto, y quién sabe si en esas cientos de notas del cajón de Goethe exista algo así, un hombre puede soñar, un hombre puede soñar…
P.S: Alguien consígame este libro por favor: