Publicado: agosto 24, 2014 Archivado en: Poemas a Daniela Flores, Poesía, Uncategorized | Tags: df, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, poesía, poesía archivada 1 comentario
La musa ya no escucha la poesía,
prefiere dejarla libre al viento,
donarla a otros oídos.
Desaparece la musa letra tras letra,
palabra tras palabra, verso tras verso,
su imagen se apaga en cada rima.
Adiós diosa Danieluna
Publicado: septiembre 8, 2013 Archivado en: Fausto Ribadeneira, Poemas a Daniela Flores, Poesía, Thoughts, Uncategorized | Tags: adiós, Beatriz, Daniela Flores, danieluna, Dante, diosa, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, jack el destripador, momento en el tiempo, poemas a Daniela Flores, poemolier, poesía, rimbaud Deja un comentarioImposible recordar todo lo que tenía planeado decirte en nuestro adiós, imposible porque ni yo sé todo lo que mi corazón a exponer en aquel momento, sólo sé que Rimbaud tenía razón y el poeta es un vidente, todo pasó tal cual en el primer poema que te dediqué. Hay personas que son tan sólo besos y muchas sólo olvido, tú eres besos, recuerdos, momentos, el amor perfecto, mi sueño, mi vida, mis versos.
No puedo decir que soy un poeta, un poemolier quizá (poemolier aquel que escribe versos que apenas riman y en su mente cree hacer poemas), pero sé lo que es estar inspirado y encontrar una musa. Algunas veces tenemos que enmarcar momentos, congelarlos, para que la inspiración se mantenga, algunos de estos momentos son el gran alimento de nuestra obra, muchas veces es un solo momento el que te marca la vida y te inspira para siempre.
Cuando nos topamos con un momento así, o una persona en particular, buscamos mantenerlo a toda costa, aunque eso signifique vivir aquel momento constantemente, mantener aquella persona que te inspira, o decirle adiós. La tercera opción es la más difícil, y la más efectiva, a la hora de mantener la inspiración, decir adiós es congelar aquella persona y aquel momento, en el tiempo, quedará aquella ilusión tal como la viviste para siempre, y aquella persona jamás cambiará, siempre será perfecta en tu memoria. Claro, como sabemos a la memoria le gusta adornar todo, y con el tiempo la imagen que crees tener de aquella quizá sea parecida a un sueño. El decir adiós a la musa es complicado, pero absurdamente necesario, en mi mente retorcida, por supuesto.
Como podemos ver en la historia, los grandes poetas encuentran su musa definitiva y se quedan con ella, a menos que ésta muera, como es el caso de Dante. Algunas veces pienso que hasta el mismo Dante fue quien se deshizo de Beatriz para obtener la inspiración tan preciada, cuántos casos existirán de este tipo, ¿y si Jack el Destripador tan solo era un poeta y enamoradizo empedernido? En mi caso, y gracias a los dioses, mi musa definitiva tan solo se marcha a otro país, la dejé por miedo, y egoísmo. Miedo de enamorarme terriblemente, más de lo que estoy en estos momentos, miedo a destrozarme por dejarla ir y saber que no la voy a volver, miedo a luchar por ella porque sé que es una batalla perdida. Egoísmo de no dejar que ella aniquile mi ilusión, mi inspiración, aquella que tanto vi necesaria en algún momento, inspiración para escribir, escribir, escribir, forjar mi propia tragedia griega, eso hice, al decirle adiós le puse fin a mi gran amor, a mi gran sueño. La deje ir pero no se va sola, se va con la mitad de ser y con toda mi poesía. No le pediré al hado que te vuelva a traer a mi lado, me quedaré con los recuerdos, tu última imagen, palabras y últimos besos. Con estos versos le doy fin a tu saga, mas no será la última vez que ose tomar tu nombre y tu recuerdo, eres mi musa, eso es eterno. Espero así sea, lamentablemente vemos que todo se olvida, es tan cruel la vida con los recuerdos que deseamos conservar.
Debo escribirte antes que me abandone la inspiración, es una carrera contra el tiempo. No sé hasta cuándo podré seguir recordando tu voz y tu rostro, ojalá fuera para siempre, quizá lo sea, ojalá hubiera llevado una grabadora para capturar tu voz, una cámara para filmar tu rostro, ojalá fuera un gran dibujante o escultor para inmortalizarte y recordarte. Te quiero por estar perdida en este mundo al igual que yo y aún así haberme encontrado, te quiero porque haces hablar a mi corazón como nadie ha podido hacerlo, te quiero. No hay día en que no te haya tenido presente ni día que no hayas habitado mi mente y conquistado todos los pensamientos, ni día en que no haya tenido una conversación mental contigo para mí has dejado de ser tú, ahora eres una deidad que me acompañará, espero, hasta el fin de los días.
No he estado con nadie porque no puedo pensar en nadie más que ti, es un sentimiento quijoteano; cuando encontramos nuestra musa, nuestra dulcinea, nuestra señora, ya nada más importa. Mi corazón te ha escogido a ti, y sólo a ti te será fiel. Me inspiras amarte, y sin pedir nada a cambio, más que inspiración. La inspiración que tú me has dado es la más pura que existe, fue instantánea y contundente. Podrías alejarte de mí en este momento y sin embargo no intentaré recuperarte, me has dejado con la inspiración que siempre he buscado, me durará muchos años y quizá toda la vida, pensando e imaginando cómo hubiera sido tenerte a mi lado o cómo habrían sido nuestras vidas, y si aún hasta hoy nos seguiríamos amando. Suspirando eternamente, recordándote, llorándote, anhelándote. Patético puede parecer lo sé, triste lo es, sí. Pero es así como existe el intento de poeta. Estás destinada a ser mi más hermoso recuerdo, destinada a ser aquel momento en que diré ‘sé que estoy vivo porque te he conocido’, destinada a ser el nombre que siempre llevaré conmigo.
Mejor decir adiós antes de tiempo,
antes que se expanda demasiado el amor,
antes que encuentre espacio el dolor.
P.S. Con ésto doy por concluida la Saga Danieluna, mil disculpas a quienes les ofenda o enoje este texto; versos antiguos necesarios para cerrar esta historia por completo. No acostumbro a publicar mis poemolas, pero le debía estos versos al blog.
P.S. II un poco más de Poemolas Danielunos.
Desvaríos Danielunos
Publicado: julio 14, 2013 Archivado en: Fausto Ribadeneira, Poemas a Daniela Flores, Poesía | Tags: burla, comprendo, Daniela Flores, desvaríos, esperado, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, misterio, musa, piel, poesía, Poesía Danieluna, suspiros Deja un comentarioSi por misterio te encontré,
por burla te he perdido,
oh, los azares del destino,
del amor no sacias la sed.
Nosotros nos quedamos en aquella calle
bajo la lluvia,
nosotros nos quedamos en aquella librería,
terruña,
nos quedamos en Cayambe,
besos, risas, un vino y la luna.
Ahora llegan el frío y la lluvia,
acompañados del adiós perpetuo,
lágrimas que el agua enturbia,
lágrimas que flotan en recuerdos.
Cómo le digo a mis ojos que jamás volverán a ver tu sonrisa,
cómo le digo a mis manos que jamás volverán a tocar tu suave piel,
cómo le digo a mis labios que jamás volverán a probar los tuyos de miel,
cómo le digo a mi corazón que jamás volveremos a amar en la vida.
Cómo les digo a mis días que jamás volverán a ser los mismos,
cómo les digo a las mañanas que no sean tan claras,
cómo les digo a las noches que no me traigan tu recuerdo.
Cómo le enseño a fingir a todo mi ser,
cómo intentar escapar a tu recuerdo,
cómo dejar de buscarte en todo lo que veo,
cómo pretender querer a otra mujer.
Cómo he logrado seguir sin ti,
no lo comprendo.
Simplemente ya no soy,
me abandoné el día que te fuiste,
ahora seré el olvido,
renuncio a mí.
Muero con tal de seguirte viviendo.
Llegaste,
te amé,
y te he perdido.
La nostalgia no se irá con palabras,
sé lo que he perdido,
mi gran amor tan esperado,
el sueño cumplido.
Suspiros exaltan tu ausencia,
suspiros que evitan que mi corazón se congele,
recuerdos que alimentan la ilusión de verte,
Ay Daniela,
¿acaso le podríamos haber dado un mejor final?
Siempre supe que no ibas a estar siguiendo mis pasos al frente,
pero por qué me duele tanto perderte,
quizá los momentos que pudimos tener y jamás vivimos,
cuánto me faltó por conocerte,
mas el miedo se apoderó de mí,
temía amarte demasiado pronto y demasiado fuerte.
Te encuentro en cada libro,
en cada canción,
en cada brío,
del corazón.
Me resisto a olvidarte,
si los recuerdos resisten a quedarse
habré de llorarlos y dejarlos ir,
inventar unos nuevos donde jamás te alejes de mí.
Quizá vuelva hallarte si vuelvo por el mismo camino,
si voy por aquella librería,
compro los mismos libros de aquel día,
adorno con mis pasos la calle de nuestros abrazos.
Odio no haberte inventado
cómo es posible,
tiemblo con sólo escuchar tu nombre,
tu perfección es lo que he amado.
Tu existencia ha justificado la mía,
para qué he nacido si no es para amarte,
he sido cortado a tu medida.
Violenta cadencia de emociones
bailes que mueren en rincones,
dónde fuiste,
no seguiste mi camino.
nos abandona el destino.
Te dejo ir con la satisfacción de haberte amado,
siempre le agradeceré a la vida el haberte encontrado.
Otro para la diosa Danieluna de La Plata
Publicado: May 20, 2013 Archivado en: Fausto Ribadeneira, Poemas a Daniela Flores, Poesía | Tags: "poesía", a Daniela Flores, ¿poesía?, cursi, Daniela Flores, desprecio, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, la aurora, musa, Otro para la diosa Danieluna de La Plata, poesía, seque Deja un comentarioTe llevaste mi amor,
no te preocupes, no lo devuelvas
le gusta estar contigo,
a veces me visita en las noches de luna llena,
me cuenta como estás y se vuelve a marchar.
Desde que mi amor está contigo estoy más tranquilo,
es increíble conocer a alguien y saber que no me voy a enamorar,
Cupido ya no desperdicia sus flechas conmigo,
es increíble ir a dormir con esta paz y de la misma forma despertar.
¿Qué tal te llevas con él?
¿Sabes si quiera que te acompaña?
Sabes,
mi amor al parecer no solo se llevó mi corazón,
también se llevó mis ojos
se llevó mi sexo,
el calor de mis abrazos,
se llevó todos mis besos,
al parecer necesitaba compañeros de juego.
Lo único que me dejó fue tus recuerdos,
me dejó tu imagen grabada en lugar del corazón,
me dejó tu voz en la consciencia,
me dejó tu aroma en cada ráfaga de viento,
me dejó el sonido de tu risa,
ah tu hermosa risa, mi única canción.
No sé si volverá conmigo,
no te pediré que lo cuides,
él sabía lo que hacía,
si no te seguía moría,
no te pediré que lo hagas tu amigo,
él te seguirá sin importar tu desprecio,
quizá vuelva, quizá no,
quizá lo sientas alguna vez,
quizá te dé calor por las noches,
quizá te bese desprevenida,
quizá te robe un suspiro,
quizá te seque una lágrima,
quizá entre en tus sueños,
y cree un castillo,
nos destierre de la memoria,
y nos dé cobijo,
viviremos las fugaces horas
en medio de besos, canciones,
una botella de vino,
hasta que llegue la aurora.
Poesía Danieluna
Publicado: enero 28, 2013 Archivado en: Fausto Ribadeneira, Literatura, Poemas a Daniela Flores, Poesía, Thoughts | Tags: cursilerías, Daniela Flores, de tus besos, doler, dos corazones, enamorados, Fausto Ribadeneira, Fausto Ribadeneira Garófalo, las gaviotas, literatura, nos hemos dejado, poemas, Poesía Danieluna, rombos, sabor de tus besos, triángulos, ya no la tengo Deja un comentarioRimbombantes letras que cantan danzan y hacen piruetas
Acordes disonantes que componen canciones
Armonía y melodía de dos corazones
Nubes tan rectas como el sol
Rectángulo esférico
Así es el amor
Asimétrico
Debo comprender las mareas
Algunas veces dejar ir es lo mejor
No me arrepiento de lo que hemos vivido
Imaginaré tu rostro cada noche al ver las estrellas
Empezaré mi nueva era, me resignaré a que no vayas conmigo
Lanzaré todo este amor al mar, te lloraré mientras las gaviotas vuelan
Al principio el horizonte se verá oscuro, mas al amanecer, el sol llenará este vacío.
Locura
Has dejado
En mi corazón
Lleno de tu ternura
Lleno de furor y pasión
Amor como el tuyo he soñado
Uno lleno de emociones tan claras
Eres poema que no cabe en un verso
Mujer divina que me tenía oculta el universo
Te expandiste en mi ser me encendiste en llamas
Regalaste besos te marchaste sin apagarlas
Recuerdos inmortales del amor perfecto
Ahora yace en el suelo está muerto
Ganas eternas de volver a verte
Abrazarte, besarte, quererte
Amarte hasta la muerte
Mas te dejaré ir
Prefiero vivir
Añorando
Amarte desde el primer momento en que te vi es el mayor premio que me ha dado la vida
Lamento que no haya más tiempo para descubrir todos tus secretos divinos
Entiendo que una vez más he fallado y le he jugado mal al destino
Inmenso temor que no dejó que viva más días de alegría
No importa quién se pueda cruzar en mi camino
A ti nada ni nadie te podrán reemplazar
Diosa que no conocerá el olvido
Recuerdos
Empiezan a doler
El sabor de tus besos
Empieza a desaparecer
Tan injusta la vida es cuando
No se quiere aceptar la suerte
Y empiezas a pensar en la muerte
Último refugio de los amantes abnegados
Cómo saber si algo así ha dado resultado al olvido
Llena la historia está de aquellos en feliz exilio
Campanas resuenan por los desdichados