Los Doce Pares de Francia

La Edad Media es una de las eras más fascinantes, es la era donde el mito se confunde con la historia, algo que no pasaba desde los tiempos micénicos al fin de la Edad de Bronce, luego de esto los acontecimientos eran parcialmente documentados pudiendo distinguirse medianamente entre la ficción y los hechos. Hasta que llegó la edad media, comúnmente conocida como el «oscurantismo», y todo sufrió un desbarajuste, los únicos aptos para documentar los hechos históricos eran en su mayoría religiosos de la naciente y poderosa Iglesia Católica, muchos de éstos tendían a exagerar o divinizar los hechos y otros acontecimientos simplemente los omitían.

Encuentro especialmente fascinantes aquellos hechos del círculo arturiano, la seudo conquista árabe de la península ibérica, las cruzadas, y por supuesto la saga Carolingia. Es, precisamente, un acontecimiento divinamente exagerado del arco Carolingio, la batalla de Roncesvalles, la que trae nuestra atención el día de hoy. Claro, ya se imaginarán que voy a tratar sobre La Chanson de Roland u Orlando el Furioso, pues sí, en parte, pero el motivo de este post son Los Doce Pares de Francia.

Los Doce Pares de Francia son una suerte de Caballeros de la Mesa Redonda; paladines que en lugar de tener como líder al Rey Arturo, los Doce Pares tenían como su líder al Rey Carlomagno. Los Doce Pares eran guerreros inigualables, al entrar en el campo de batalla luchaban en pares -de ahí su nombre- cada guerrero tenía otro que le cuidaba las espaldas, por ejemplo Roland u Orlando tenía a Olivier u Oliveros como su par. Los pares viven un sinfín de aventuras que viven en pergaminos y en textos perdidos, por suerte algunos han sobrevivido y sabemos algunas de sus proezas. Irónicamente el texto más famoso sobre los Doce Pares es la Canción de Roldán donde se nos narra el final de los doce luchando valerosamente a manos de un ejército sarraceno (en la realidad, según nos cuentan, se trató de una gresca entre los Vascos -quienes ya habían derrotado a los musulmanes- y los Francos).

Antes de enumerar a los pares mencionemos a Carlomagno, a quien servían:

Carlomagno:

Históricamente, Carlomagno (742? -814), fue rey de los francos y un cristiano comprometido y militante. Aliado leal del Papa y gran conquistador, forzó las conversiones a medida que expandía los límites de su imperio hacia afuera de su territorio central, a caballo entre la actual Francia y Alemania. En 800 fue coronado emperador por el Papa, legitimando su dominio sobre el antiguo imperio romano en Europa occidental. Después de su muerte, se volvió legendario; es este legendario Carlomagno, el rey cristiano más perfecto, símbolo del espíritu de las Cruzadas, y el favorito del cielo, que se presenta en La canción de Roland como líder de las tropas francas y tío y vengador de Roland. Su nombre significa literalmente, «Carlos el Grande».

Los pares, recordados desde El Quijote hasta El Conde Montecristo, pocas veces se mencionan sus nombres y sus hazañas, aquí los recordaremos a los doce pares legendarios uno a uno, Roldán, Olivier, Gérin, Gérier, Béranger, Otón, Sansón, Ivón, Ivoire, Girart, Ansels y el Arzobispo Turpín:

Ansels:

Par de Sansón. En la Chanson de Roland, fue llamado Anseis el feroz. Anseis se enfrentó y asesinó a Turgis de Turteluse. Anseis fue asesinado por un príncipe africano, Malquiant, hijo del rey Malcuid. El arzobispo Turpin vengó su muerte.

Sansón:

Duque franco, par de Ansels. En Roncesvalles, Sansón asesinó al ‘almaçor’ en la apertura de la batalla. Sansón fue el segundo de los Doce Pares en caer. Valdabrun atravesó con su lanza a Sansón, Roland venga su muerte blandiendo su espada Durendal con fuerza hacia Valdabraun, dividiéndolo por la mitad. Este poderoso golpe también mató el caballo de Valdabrun, Gramimund.

Berenger:

Par de Otón. En la batalla se cuenta que despachó a Astramariz, uno de los Doce Pares sarracenos.Roland vengó su muerte.

Otón:

Par de Berenger. En la Chanson de Roland la víctima más notable de Otón fue el sarraceno Estorgans. Aunque Otón fue uno de los que murieron en Roncesvalles, la chanson no dice cómo ni quién acabo con su vida.

Engeler:

Engeler era paladín de Burdeos. En la Chanson de Roland, aniquiló a Escremiz de Valterne y Esperveres hijo de Burdel. Un sarraceno llamado Climborin de Zaragoza acabó con la vida de Engeler atravezándolo con su lanza. El paladín Olivier lo vengó con su espada Hauteclere.

Girart de Roussillon:

También llamado Gerart o Girart. Girart de Roussillon fue quizás el miembro de mayor edad en los Doce Pares, ya que siempre se lo llamó Girart, el viejo. Girart de Roussillon fue una de las víctimas de Marsilio. Marsilio también dio muerte a Yvoire e Yvon. Sinmúmero de chansones se le han dedicado a este personaje.

Gerer:

Conde Franco, Par de Gerin. Su caballo era llamado Passecerf. Gerer encontró la muerte a manos de Grandonie, hijo del rey Capuel de Capadocia. Roland vengó su muerte.

Gerin:

Conde Franco, par de Gerer. El nombre de su caballo era Sorel, y llevaba un escudo rojo. Gerin dio muerte a Malprimis de Brigal. Al igual que su compañero Gerer murió a manos de Grandonie. Según Geoffrey de Monmouth en Historia regum Britanniae (1137), Gerin de Chartres fue el líder de los Doce Pares, ya que estuvo presente en la corte del rey Arturo. Comandó a la segunda división en el ejército de Arturo, cuandoéste se enfrentó al ejército romano de Lucius Hiberius.

Olivier:

Conde Franco, par de Roland. Mi favorito entre los doce pares, un personaje a la altura de Héctor el Troyano y un Quijote al extremo de la cordura. Olivier era hijo de Renier, Señor del Valle de Runers, y hermano de la hermosa Aude, prometida de Roland. Conocido como el más sabio y valeroso entre los doce pares, entre sus hazañas se cuentan el defender a Carlomagno de varias hordas sarracenas por sí solo, poner a prueba el sentido común de su amigo Roland enfrentándolo varias veces, el haber vencido al temible gigante y más grande paladín sarraceno Fierabrás, el retornar victorioso de varias campañas donde él era el líder.

Fierabrás et Olivier

A diferencia de Roland, quien sera de temerario pero imprudente, Olivier usaba su conocimiento y estrategia para salir victorioso de cualquier gresca. Sin embargo encontraría la muerte en Roncesvalles al intentar defender a los pares de los miles de sarracenos, luego de aniquilar varios cientos por sí solo y vengar la muerte de Engeler, matando Climborin, Marganice le daría una estocada mortal apuñalándolo con su lanza por la espalda,  en un último esfuerzo y lleno de furia Olivier atraviesa a Marganice con su divina espada Hauteclere.

Valiente guerrero y el mejor amigo de Roland, Olivier es el protagonista, desafiando la osadía de Roland con su propia prudencia: «Roland es valiente, Olivier es sabio, y ambos son maravillosamente valientes». En Roncesvalles, Olivier ve cómo los francos se verán abrumados por la gran cantidad de sarracenos e insta a Roland a sonar su oliphant y llamar a Carlomagno para pedir ayuda. Roland es demasiado orgulloso para hacerlo, enfureciendo a Olivier, pero los dos terminan su pelea antes de morir, siendo los compañeros más grandes y tiernos. Olivier, junto con Roland y Turpin, es llevado de regreso a Francia para ser sepultado por los hombres de Carlomagno.

Varios mitos se cuentan luego sobre este paladín, algunos lo dan por sobreviviente de la batalla y lo sitúan como rey de varios estados. Entre sus descendientes se cuentan a Galián, hijo de la princesa Jacqueline de Bizancio, quien consciente de su origen se embarca en la búsqueda de su padre, encontrándolo finalmente agonizante en Roncesvalles, luego de una breve charla y entre lágrimas Galían se despedía de su padre y volvía a Bizancio a tomar control del reino. En otras épicas se le atribuyen dos hijos más, iguales en valor a su padre: Aquilante y Grifone.

Los orígenes del nombre Olivier incluso nos hacen dar cuenta de que este personaje existió en otras historias, tal como en la mitología nórdica. Su significado en latín se relaciona con el olivo, y significa aquel que trae la sabiduría y la paz, se ajusta perfectamente al personaje de la Chanson, pero en realidad los orígenes de este nombre no lo encontramos en el latín sino relacionado con el nombre nórdico Olaver (variante de Olaf) y con el germánico Alfihari (álf- es «elfo» y -hari «ejército» =jefe de ejército de Elfos). Una forma antigua de Olivier, Ælfhere es mencionado en las epopeyas nórdicas Beowulf y Waldere. Seguramente en sus orígenes se trató de un caudillo legendario con cualidades sobrenaturales.

También podemos rastrear este nombre aún más atrás con sus variantes germánicas y nórdicas antiguas como Ulf y Wolfheri que significan Lobo y Elfo Lobo respectivamente, hasta llegar al proto nórdico ÓlæifR cuya raíz es Anu-laibhaR; donde ‘Anu’ significa ‘gran ancestro’ y la raíz ‘laibaR’ significa ‘legado’.

Muy interesante encontrar la raíz Anu en este nombre ya que como recordamos los nombres con prefijo Anu suelen tener origen acadio o sumerio. Anu es el dios de dioses sumerio.

Le he dedicado una rima infantil para lo más especial que existe:

  • Le chevalier Olivier
  • montando su cheval
  • cabalga le monde llevando paz
  • el sin par de la France

 

  • Le chevalier Olivier
  • con su divina Hauteclere
  • doblega a Fierabrás
  • el gigante sarrasin

 

  • Le chevalier Olivier
  • cual Lanzarote y el Quijote
  • magnánimo en su ánimo
  • de sabiduría singular

 

  • Le chevalier Olivier
  • montando su cheval
  • héroe sabio e inmortal
  • de la historia el más sagaz

 

Roland:

El héroe de La Chanson que lleva su nombre, impetuoso y valeroso varias veces es rescatado por su compañero el paladín Olivier. Roland, acompañado de su caballo Veillantif, armado con el cuerno Olifant y la espada irrompible Durendal, se convertiría en una de las figuras más prominentes de la literatura épica medieval, llegando a protagonizar y participar en cientos de epopeyas, poemas del medioevo y el renacimiento. Es, entre los doce pares, el único al que se lo puede identificar históricamente, siendo Roland un gobernador de la Francia arcaica que luchó fervientemente contra los bretones invasores.

Roland

El Roland mítico, conocido como Orlando el Furioso en Italia, como ya se ha dicho, protagoniza varios relatos, pero es en su cantar de gesta donde lo vemos más rutilante. Sin embargo, e irónicamente, sería Roland la razón de la muerte de los doce pares, al aconsejar al Rey Carlomagno batallar con el líder sarraceno Marsile en lugar de una tregua; y, en batalla, nuevamente, sería la perdición de los pares al no usar su cuerno Olifant para pedir refuerzos a Carlomagno como le había recomendado el sabio Olivier, Roland no lo usó por orgullo, él y los doce pelean con bravío y logran deshacerse de muchos sarracenos, al final el esfuerzo del puñado de hombres no es suficiente y uno a uno van cayendo, queda Roland quien viéndose solo finalmente sopla el cuerno tan fuerte que sus sienes explotan por la presión, y muere cual mártir, llegando Carlomagno y su ejército de inmediato pero demasiado tarde para salvar a alguno de los pares.

La frase anglosajona un Roland por un Olivier (de igual calidad, uno bueno por otro bueno) tiene sus orígenes, como es obvio, en este par.

Roland solo se menciona de paso en los registros históricos, como el prefecto de las Marcas bretonas, entre los que cayeron en Roncesvals. En La Chanson de Roland, sin embargo, él es el héroe. Es uno de los doce pares de Francia, el sobrino y favorito de Carlomagno, un guerrero habilidoso y extremadamente audaz, y entiende la campaña de los francos en España como una cruzada, que no permite ningún compromiso con los sarracenos. Su osadía a veces vistosa y su gran popularidad entre los francos y el éxito en el campo de batalla despiertan el venenoso resentimiento de su padrastro, Ganelon, quien arregla con los sarracenos la emboscada en Roncesvals. Muere como mártir en Roncesvals y es llevado directamente al Paraíso por santos y ángeles. El resto del poema relata cómo Carlomagno se venga de su muerte.

Yvoire:

Par de Yvon. Fue una de las víctimas de Marsile, quien también acabó con Girart de Roussillon y su par Yvon.

Yvon:

Par de Yvoire. Fue una de las víctimas de Marsile, quien también acabó con Girart de Roussillon y su par Yvoire. No se conoce mucho de este par de nombre exótico.

Turpin:

Arzobispo de Rheims, representa el poder de la Iglesia y es a quien a menudo se le atribuye la autoría de la Chanson de Roland.

El arzobispo Turpin, que lucha y muere junto a Roland en Roncesvals, representa el giro de la cristiandad hacia la actividad militante en el momento de las Cruzadas. La forma en que él lucha contra los paganos refleja los puntos de vista expuestos en el famoso discurso del Papa Urban II en el Concilio de Clermont en 1095, la inspiración directa para la Primera Cruzada. Es un guerrero robusto y valiente: «[n] o sacerdote tonsurado que alguna vez cantó una misa / realizó tales proezas de destreza con su cuerpo» (121.1606-1607). Él es el último en morir además de Roland; cuando ve a Roland desmayarse, Turpin con ternura se dirige a un arroyo a buscar agua para su querido camarada, pero, mortalmente herido, cae muerto antes de llegar al agua. Junto con Olivier y Roland, es llevado por los hombres de Carlomagno a Francia para su entierro.