Síndrome de Majin Buu

Por décadas se han usado los clásicos griegos para designar a diversos dilemas y trastornos de la mente humana (Complejo de Edipo, Aquiles, Electra, Orestes). Poco a poco los neo-clásicos literarios van entrando con fuerza, vemos como existe el Complejo de Peter Pan, Pulgarcito, Cenicienta, etc. Pero esta generación ya tiene sus propios clásicos, una generación que creció viendo televisión y pegados al ordenador ya tiene sus propios dioses y mitos. Series como Dragon Ball se han convertido en nuestra nueva mitología.

Dragon Ball es una serie rica en trastornos psicológicos, solo para mencionar algunos: el complejo de inferioridad de Vegeta; complejo de Lolita del Maestro Roshi; la vigorexia (adicción al ejercicio) de casi todo el cast, la ataraxia (ausencia de turbación) y el Trastorno Obsesivo Compulsivo de Goku; la ginefobia y venustrafobia (miedo a las mujeres) en Yamcha al inicio de la serie; la megalomanía en gran parte de los villanos; el complejo de Aristóteles (rebelión del hijo contra el padre, del discípulo contra el maestro) del Androide 17; el Complejo de Brunilda (mujeres que desean como pareja un superhombre) de Milk y Bulma; el Trastorno Bipolar de Kamisama, el chauvinismo exacerbado de los saiyan sobrevivientes, etc. Si realizamos un análisis psicoanalítico de cada uno de los personajes daremos con que los más o menos cuerdos son Pícoro y Mr. Satán, quizá a eso se debe su inexplicable popularidad.

A lo largo de la serie vemos la importancia del cambio, la evolución. El motif de Dragon Ball bien podría ser ‘transfórmate o mueres’, eso nos dice mucho de su autor, el cambiar para alcanzar algo y el proceso de adaptación como supervivencia. Ésta última es principalmente relevante para las transformaciones de personajes como Cell o Majin Buu.

Recordemos que Cell es un personaje que absorbe a dos personajes más débiles que él para alcanzar la supuesta perfección. Los absorbía pero su aspecto, comportamiento y personalidad no cambiaba, solo su actitud. Podríamos decir que Cell sufría de un complejo de superioridad y narcisismo exacerbado.

Pero el caso de Majin Buu es diferente, el absorbe porque siente carencia, absorbe por envidia de los poderes de alguien más. Al absorber a determinado personaje adquiere ciertos aspectos del mismo, como la personalidad, la vestimenta, e incluso el aspecto. Es aquí donde entra la alegoría de Majin Buu y su similitud con gran parte de la colectividad. Majin Buu es uno de los comensales privilegiados y exclusivos del Banquete Totémico propuesto por Freud.

He buscado en la terminología psicoanalítica una palabra que conceptualice este trastorno pero no la he encontrado. Podría decir usted que se trata de la Ecolalia y Ecopraxia, pero no, ya que éstas son las repeticiones INVOLUNTARIAS del lenguaje y los movimientos observados de otra persona. No existe algo similar, no que yo lo sepa por lo menos, si usted lo sabe no dude en decírmelo, pero mientras tanto le llamaremos a ésto el Síndrome de Majin Buu.

Definición y Etiología

Podríamos definirlo como un Trastorno Delirante; las continuas frustraciones sumadas a una baja autoestima provoca en el sujeto un deseo de transferencia, similar al Agalma lacánico, y una variante del mecanismo de Proyección de Freud. También se podría identificar como la «neurosis de transferencia» de Breuer. La «proyección de la sombra» de Jung pero a la inversa. Quizá el concepto que más se le parezca lo encontremos en la «identificación proyectiva» de Melanie Klein: mecanismo inconsciente de defensa que hace que partes del sí mismo se escindan y desprendan (cuerpo de Majin Buu) para ser proyectadas sobre otra persona (Pícoro, Gotenks, Gohan, Vegetto) introduciéndolas en el objeto, con el fin de tomar posesión de él y causarle daño.

Junto al deseo de transferencia y la proyección, el punto clave de este trastorno es la imitación, la cual, en este caso, es un factor intrínseco a la estructura psicótica donde lo que no logró inscribirse en el inconsciente, de algún modo, se imita. En la psicosis hay una compensación imaginaria, fantasmagórica, de algo de lo que el sujeto carece en su estructura. En el caso de Majin Buu el nivel de poder que tanto envidia, y en el caso de los seres que sufren este trastorno, las virtudes de la persona que tanto admiran.

Cuadro Clínico

Seguro usted conoce algún personaje que esté siempre yendo de aquí para allá presumiendo su «sabiduría» y adoptando varias tendencias cada mes. Un ser que busca absorber el conocimiento o la personalidad de otra persona para usarla como suya. Alguien que un día se cree pintor por juntarse con el pintor de la esquina, y otro día se cree filósofo por hablar con algún estudiante de la facultad de filosofía. Estas personas sufren de un trastorno de identidad, siempre están en busca de una nueva ideología que adoptar. La falta de identidad convierte a este ser en un personaje de relleno, sin opinión ni postura propia, un ser vacío que sigue algo o alguien por inseguridad. Al sentirse inferiores creen que luciendo y actuando como el ser que admiran lograrán la felicidad. Llegan a perder su ‘yo’ enmascarados en múltiples personalidades que nunca logran satisfacer su cometido.

La incapacidad de conectarse con el núcleo personal desencadenará en frustración, que luego se encargará de disparar largos episodios de depresión hasta llegar a un estado catatónico o posiblemente el suicidio. Con un tratamiento erróneo convertirían a esta persona en un fármaco-dependiente.

Majin Buu

Tratamiento 

Cero antipsicóticos y fármacos. La cura para este trastorno está en una introspección intensiva, no necesariamente con ayuda profesional. Iniciar un proceso de individuación. Intentar llenar el vacío interno tomando consciencia de las propias virtudes. Un viaje al inconsciente en busca del yo. Aprender a domar todos los ‘demonios’, todas las sombras, buscar el equilibrio en el interior. En casos extremos recomendaría experimentar con el LSD o alguna planta psicoactiva como la Ayahuasca o el Peyote, la dosis mínima y adecuada con mucho cuidado de no caer en un trastorno de despersonalización, por supuesto.

Conclusión

Majin Buu, un ser que buscaba el poder absoluto y para ésto absorbía a aquellos que consideraba poderosos, esta premisa la podemos aplicar a muchos de nosotros, aquellos que buscamos el conocimiento absoluto, y a veces sin darnos cuenta, buscamos absorber el conocimiento de alguien más en nuestro beneficio. En esta era donde la información nos inunda por doquier es fácil caer en este síndrome, el intentar abarcar todo para seguir evolucionando y perdernos en el camino. El representar un personaje que no somos y mostrar más de lo que sabemos. La clave está en encontrar el equilibrio, no perdernos en esta búsqueda. No caer en el snobismo. Sobre todo en esta sociedad donde las apariencias mandan debemos procurar mantenernos fiel a nuestra esencia.