Ken, el icono prometeico de la contracultura y el desplazamiento mitológico del matriarcado en pro del patriarcado

Ahora que han bajado las aguas por el estreno de Barbie (2023), y luego de haberla visto un par de veces, puedo hacer un análisis corto y a mi estilo de lo que significó la figura de Ken para mí en este film de Greta Gerwig.

Antes de nada cabe decir que el estreno en simultáneo de dos films (Barbie- Oppenheimer) que despierten similar hype en el público es algo que no recuerdo haber visto. Fue la primera vez que sentí debía ver los dos films en estreno sí o sí para evitar tanto los spoilers como que me arrebaten la emoción que sentía por ellos. En cuanto Oppenheimer mi emoción venía por el lado histórico y ver la performance de Cillian Murphy que jamás decepciona; y, por el lado de Barbie mi hype era mera curiosidad por ver qué hacían con este personaje, y sobre todo ver cómo Ryan Gosling (uno de mis actores de culto) manejaba el papel de Ken. Sobre todo por ver si hacían de Ken un pelele o un personaje con todas sus letras como aquellos icónicos que nos ha sabido regalar Ryan Gosling a lo largo de los años.

Pensé vería Oppenheimer primero pero la curiosidad por Barbie pudo más y fue el film elegido. De Oppenheimer sabíamos tendrían que regirse a los hechos históricos sí o sí, pero en Barbie no tenía idea cómo iban a hacer esta historia, nada se había filtrado más que comentarios sobre que Barbie era un «panfleto feminista pro matriarcado» que pone en ridículo al hombre. Pero algo en mí me decía que eso no podía ser todo el mensaje del film.

Al ver el film por supuesto la carga feminista está presente dentro de éste y lo considero totalmente justificado, tampoco me molestó ni puedo considerarlo un film ‘woke’ porque lo sentí muy equilibrado por la presencia de Ken durante el film, el desarrollo y conclusión que le dan. Por supuesto en el tramo final sí se les pasa un poco la mano y se desvirtúa un poco pero se lo puede dejar pasar.

En cuanto la carga feminista del film existen miles de videos en YouTube, post, y artículos así que no es algo en lo que nos quedaremos. En verdad al ver el film estuve fascinado siempre por el tratamiento absolutamente fascinante que le dan a Ken.

Al inicio del film vemos un Ken muy wimp, simp, sin personalidad, y siempre ansiando tener momentos a solas con Barbie, su único objetivo realmente es estar junto a Barbie. Ken y sus pares son solo seres sin voz ni voto en el mundo de Barbie, simples ornamentos que no son tomados en cuenta seriamente.

Conforme avanza el film también vemos la evolución de Ken. Greta Gerwig logra de forma magistral introducir a Ken los conceptos básicos de «el patriarcado» presente en nuestra realidad. La mejor secuencia del film definitivamente. Intentaré ponerla acá aunque imagino será eliminada más adelante, pero esta escena es arte puro.

Luego de aprender los conceptos básicos de la masculinidad y el patriarcado, Ken lleva todo su nuevo conocimiento adquirido a los demás Ken. Acá es donde el Ken de Ryan Gosling se convierte en aquel que salió de la caverna de Platón y su mensaje sí fue escuchado, se convierte en un Prometeo faro de conocimiento y empoderamiento para los Ken.

Aunque para el público en general la escena de Ken es solo una parodia y sátira a la vida real, para mí fue una escena espectacular, el subtexto de re-descubrimiento de la masculinidad de Ken. Aunque con tono irónico en estos tiempos de films woke lleno de adoctrinamiento en contra de la masculinidad aquellas escenas fueron algo refrescante de ver. A pesar que no fue la intención pienso que muchos niños o adolescentes varones que ven este film se inspirarán a entrar en un gimnasio, aprender a boxear, y cultivarse intelectualmente.

Ken se convierte así en un faro de energía masculina en esta era. En aquel Hércules cuya historia despierta en los niños el ansia de ser mejores, fuertes y poderosos, siempre he pensado el mito de Hércules y similares es el origen de lo sagrado masculino en nuestra psique: el mortal que se convirtió en inmortal, el hombre que se convierte en dios. En este caso Ken toma ese puesto. Quizá ahora no lo parezca pero quizá Ken sea la chispa que encienda una flama más grande en el futuro.

La parte final, aunque también muy criticada, me pareció genial. La misma Barbie le dice que su razón de vivir no puede ser el estar con ella simplemente. Ella no puede ser su razón para existir. Debe encontrarse a sí mismo en un proceso de individuación total; ¡BRAVO! Invita a Ken a recorrer el arquetípico camino del héroe.

Esta última lección que Barbie deja a Ken es un consejo muy valioso para los varones de esta era sobre todo. No entiendo por qué la crítica en general ve este film como adoctrinamiento feminista cuando tiene estos momentasos pro empoderamiento masculino.

Sin embargo no he dejado de leer comentarios que Barbie impulsa el matriarcado y otros que dicen que Barbie impulsa el ‘resurgimiento’ del patriarcado, y en todo caso este segundo caso pienso sería el más acertado de concluir. Me ha intrigado también las teorías históricas y esotéricas que ha despertado la película provocando preguntas como ¿es Barbie la diosa de Barbieland y Ken quería imponer su Dios masculino tal como pasó en nuestra realidad? Este debate y el conflicto de la conquista ‘patriarcal’ de Ken al ‘matriarcado’ de Barbieland me han provocado a escribir un poco sobre ello aprovechando la inspiración que me dejó este film, así que ¡a por ello!

Desplazamiento mitológico del matriarcado en pro del Patriarcado

Por supuesto no sería un post mío sin algunos desvaríos con datos random. En lo que expondré ‘me iré por las ramas’ como dice el viejo y conocido refrán, pero no solo por las ramas de un pino o un roble, sino por las ramas del árbol de la vida y el Yggdrasil. Los asiduos al blog sabrán que es mi estilo, no lo debería hacer pero conforme voy escribiendo voy recordando más datos y los incluyo porque quizá jamás vuelva a escribir sobre esto y quiero dejar plasmado todo lo que conozco sobre ello.

En esta ocasión vamos a indagar un poco en la transición mitológica del matriarcado al patriarcado. No pretenderé ofrecer una explicación sustitutiva de lo que sucedió entre mujeres y hombres en tiempos prehistóricos, o determinar si el patriarcado es un fenómeno humano universal o histórico reciente y de igual forma el matriarcado. Ni tampoco dar una teoría de origen al sexismo, es simplemente un descargo de varias teorías e ideas que quiero dejar plasmadas en este texto inspirado por la figura de Ken.

No tenemos las pruebas científicas o históricas sobre la existencia del matriarcado como tal. A pesar de los abrumadores inconvenientes académicos y científicos, el mito de la prehistoria matriarcal continúa prosperando. Todas las historias de un matriarcado idílico donde gracias a éste no existían las guerras y todo era amor y paz, y un paraíso absoluto no son más que un mito. Pero eso no impide que el matriarcado haya sido aplicado en algunas tribus selectas como las de las míticas Amazonas. No dudo este pueblo regido por mujeres existió, no tengo las pruebas pero tampoco tengo las dudas de su existencia en alguna era de nuestra historia. Acá aplico la fe con la que antes hemos creído en La Atlántida o en Troya.

Los matriarcados no son solo una inversión del patriarcado, con mujeres gobernando sobre hombres, como se lo suele promocionar hoy en día por colectivos feministas extremos. Los matriarcados son sociedades centradas en la figura de la madre, basándose en valores maternos: cuidado, crianza, maternidad, que se aplica a todos: a las madres y a las que no son madres, a las mujeres y a los hombres por igual.

Existen una serie de sociedades existentes que se promueven popularmente como matriarcales, aunque estrictamente hablando, en términos antropológicos, adquieren otros nombres más precisos como sociedades matrilocales o matrilineales. Los ejemplos son las sociedades matriarcales de Mosuo en China y Akuan de África Occidental.

Una sociedad matriarcal es aquella en la que las mujeres tienen un poder significativo sobre los hombres.

Una sociedad matrilineal es aquella que rastrea la descendencia a través de la línea femenina.

Una sociedad matrilocal es aquella en la que una mujer que toma una pareja masculina continúa viviendo en el hogar de su madre o cerca de ella mientras su pareja masculina vive con ella o viene a ella.

Una sociedad patriarcal es aquella en la que los hombres tienen un poder significativo sobre las mujeres.

Una sociedad igualitaria (con respecto al género) es aquella en la que hombres y mujeres comparten o alternan el poder ritual y donde ningún sexo domina al otro. (En el pasado, los antropólogos usaban el término ‘igualitario’ para incluir sociedades que eran igualitarias entre los hombres pero en las que los hombres tenían poder político sobre las mujeres. Esta práctica ahora se ha abandonado. Sin embargo, para mayor claridad, el término ‘hiper-igualitario’ ahora a veces se se utiliza para describir sociedades que tienen una igualdad de género completa. Las sociedades que son solo igualitarias entre los hombres ahora se distinguen, a menudo se las denomina «relativamente igualitarias».)

En cuanto religión y cultura el mundo entero es considerado como divino: como lo sagrado femenino. Esto es evidente en el concepto ampliamente difundido del universo como la Gran Diosa que engendró todo por nacimiento, y de la tierra como la Gran Madre que creó todo lo viviente. Y todo está dotado de divinidad en virtud de ser hijo de la Gran Madre Naturaleza. Esto sería, pues, el concepto de lo «matrístico» abordado por arqueólogas reconocidas como Marija Gimbutas, Gerda Lerner y Riane Eisler.

Esta mítica sociedad matriarcal contaba con las siguientes características:

  1. Diosa creadora femenina y veneración a la gran diosa
  2. Matrilinaje
  3. Importancia de la naturaleza
  4. Códigos de comportamiento basado en lo femenino. Ausencia de leyes y reglas.
  5. Igualitarismo: igualdad, no dominación ni superioridad.

El sistema patriarcal comenzó a desplazar a los sistemas existentes alrededor del año 5000 aC con el advenimiento de la revolución agrícola y el aumento de la fertilidad que trajo consigo. En una sociedad de cazadores-recolectores, las mujeres solo se volvían fértiles cuando las condiciones eran buenas, es decir, las mujeres no estaban embarazadas todo el tiempo. Una vez que se afianzaron las tribus sedentarias se dio más preponderancia a la reproducción y el papel de la mujer empezó a quedar relegado a éste.

El cambio radical de la vida tribal nómada a una sociedad agrícola fija introdujo gradualmente una necesidad percibida de propiedad, primero de la tierra, luego del cónyuge y los hijos (para tener una línea clara para transmitir la tierra en propiedad). Antropológicamente hablando es muy posible haya llegado a existir una sociedad matriarcal durante los 300.000 años del Paleolítico y el Mesolítico durante la era de los cazadores-recolectores. En antropología se distinguen dos clases de Cazadores-Recolectores: aquellos que tienen sitio de almacenamiento y por ende tienen una propiedad que puede ser acumulada y usada para ‘crear inequidades’. Y aquellos que no tienen sitio de almacenamiento y aplican el sistema de retorno inmediato. El sistema de almacenamiento lo pudimos ver en Egipto por ejemplo, y el sistema de retorno inmediato aún sigue siendo el sistema que usan todos los cazadores-recolectores africanos actualmente. Aplicando este sistema se puede ver un sistema igualitario dado que el compartir tiene más valor que el acumular y se comparten los bienes de forma generalizada, manifestándose una «equidad material». Por supuesto esa equidad material lamentablemente es muy pequeña, es el método que les toca aplicar para sobrevivir.

Es posible que en Europa y América también hayan existido tribus que aplicaban el sistema de retorno inmediato, donde son las mujeres quienes reciben y organizan lo cazado por los hombres y lo reparten entre todos los miembros de su comunidad. Incluso se llega a decir que ‘la revolución de nuestra evolución’ se dio gracias a la solidaridad femenina que derrocó al sistema primitivo y empezó a aplicar el sistema de retorno inmediato.

Ahora bien, existió algún momento de nuestra historia donde definitivamente la mujer y su papel tenía mayor relevancia, ya sea por el respeto a su papel como creadora de vida, ya sea por el respeto maternal que infundía dentro de la tribu, o razones que por ahora desconocemos. ¿Pero por qué estamos seguros de ésto? Por los mitos «primigenios» que por suerte han llegado hasta nuestros días.

Desde los inicios de la historia (la que recordamos o está registrada al menos), lo divino femenino fue considerado sagrado y venerado como matriz de la creación. En muchas sociedades antiguas, la naturaleza creadora del divino femenino se asoció con los conceptos de fertilidad y creación tomando la forma de la Gran Diosa Madre. Encontramos la religión de la Diosa en muchas partes del mundo antiguo mucho antes de que las religiones patriarcales se hicieran cargo o tuvieran su retorno cíclico. Las sociedades se estructuraron y operaron en torno a estas religiones de diosas y fueron gobernadas por un colectivo de sacerdotisas que se dedicaban al ritual de las diosas.

La Diosa Madre, a menudo conocida como Madre Tierra, es un arquetipo matriarcal representado con frecuencia en el arte antiguo y que se encuentra en varias mitologías de todo el mundo. Hoy en día, la mayoría de las principales religiones del mundo: el islam, el cristianismo y el judaísmo, tienen un Dios masculino, y lo único que da testimonio de la existencia de un mundo completamente diferente que celebra a la mujer sagrada proviene de la evidencia de artefactos antiguos del pasado lejano como por ejemplo: la Venus of Willendorf del período Paleolítico (25,000-20,000 BCE [antes de la era común/ antes de Cristo]), la mujer durmiente de Malta (4000 – 2500 BCE), La Diosa de las Serpientes de Creta (1600 BCE), y Gaia, Tiamat, Ninhursag, Maat, Isis, Ishtar y demás diosas primordiales. También el clan lunar de las mujeres de pre-América, tema muy interesante que abordaremos en otro texto.

Diosa de las Serpientes de Creta

Teorías sobre cómo ocurrió el cambio de deidades femeninas a deidades masculinas abundan pero la más plausible serían las invasiones esporádicas de nuevas tribus que tenían un pensamiento diferente al supuestamente pacifista del matriarcado, estas nuevas tribus estaban comandadas por hombres con ansia de expansión.

Una de aquellas tribus es lo que hoy conocemos como proto-indoeuropeos. Estos fueron los invasores de Europa que en el transcurso de 2000 años reemplazaron a los cultos de adoración de la Gran Diosa o Madre Tierra de los primeros agricultores europeos. Estos invasores de Europa tienen la evidencia más temprana del uso de las ruedas más antiguas de la historia, con la rueda y el eje más antiguos provenientes de Ljubljana, Eslovenia, con aproximadamente 5300 años.

Los hombres vivían en praderas secas que de otro modo serían inhóspitas, llamadas estepas, donde los ríos no abundaban, así que necesitaban llevar consigo carros llevados por caballos.

Ryan Gosling “Ken” and Horses

Se ha demostrado que los proto-indoeuropeos son los domesticadores de la mayoría de los caballos modernos, fue mediante el uso de caballos y la guerra de carros que crecieron para conquistar Europa a través de muchos siglos de incursiones usando pequeños escuadrones de guerra llamados Koryos. Así que sí, el patriarcado involucra caballos tal como concluyó Ken. Dudo que los escritores de la película supieran estos detalles, pero si lo hicieron, hicieron un guiño hacia el patriarcado más exitoso de la historia.

Podemos ubicar este momento a finales de la Edad de Bronce e inicios de la Edad del Hierro. Las masacres y las conquistas territoriales de las tribus indoeuropeas o indoarias de pastores de ganado con sus propios conceptos del bien y del mal, adorando a un dios varón generalmente asociado a las tormentas, a menudo concebido como residente en lo alto de una montaña o montaña de fuego ardiente.

Estos invasores subyugaron y suprimieron, absorbieron o eliminaron el culto a la gran diosa. Se valoró al hombre por encima de la mujer, se establecieron reyes y clases sacerdotales. En estas nuevas religiones, era más probable que las diosas/mujeres se asociaran con la oscuridad/el mal:

Las madres se convirtieron en malvadas madrastras.

Las hechiceras se convirtieron en brujas demoníacas.

Y las heroínas se convirtieron en damiselas en peligro.

A veces, como en el caso de los griegos invadidos por los indoeuropeos entre los siglos XIV y XII a. C. (los «aqueos» de Homero), la mujer se incluía simbólicamente en los mitos de los dioses masculinos, pero reducida y conquistada.

Como podemos ver en el mito del Rapto de Perséfone por parte de Hades. Este mito ejemplifica perfectamente la transición mitológica de la percepción mayoritariamente femenina a la masculina. El culto a Perséfone y Démeter se lo puede rastrear hasta el Neolítico en la civilización minoica, en lo que se llamaba el culto a «las dos diosas». Del culto a estas diosas destacan sobre todo los famosos Misterios Eleusinos celebrados en la región del Ática en Grecia.

Perséfone y su madre Démeter eran adoradas como diosas de prosperidad, fecundidad, cosecha y protección, llegando su culto incluso a las regiones del sur de Italia como Sicilia. Cuando los dioses masculinos se empiezan a hacer más relevantes es donde la figura de Hades entra en escena, no solo rapta a Perséfone sino que la viola. Este recurso era muy utilizado en la narrativa de la antigüedad para demostrar que ahora los entes mitológicos masculinos estaban a cargo y tenían más poder que las antiguas diosas. Luego los dioses patriarcales se casan en lugar de exterminar a las diosas aborígenes de la tierra que conquistaban.

Otro ejemplo es la serpiente. En la antigüedad, la serpiente no era un símbolo de maldad o peligro, sino que simbolizaba la sabiduría, el poder y la regeneración femeninos. Las serpientes actuaban como compañeras de las diosas femeninas. Por ejemplo, la mencionada Gran Diosa Madre de la Creta minoica, que gobernaba el paraíso, a menudo se representaba con una serpiente en cada mano.

Por eso podemos ver a varios héroes de la antigüedad combatiendo serpientes o similares. Tenemos diferentes batallas míticas de un dios antropomórfico masculino y la diosa serpentina. Como el mito de Heracles/Hércules matando al dragón-serpiente Ladon quien guardaba el árbol sagrado de las hespérides perteneciente a la diosa Hera.

Otras indicaciones griegas de dominio masculino cultural incluyen a Atenea nacida de la cabeza de Zeus para que el hombre asuma el papel de creador, y Afrodita naciendo de los genitales de Kronos.

Matriarcado en la actualidad

El mito de la prehistoria matriarcal no es una creación feminista, a pesar que pueda parecer así por haber entrado en el discurso feminista en los últimos veinticinco años. Desde que el mito fue revivido de fuentes griegas clásicas en 1861 por Johann Jakob Bachofen, ha tenido, en el mejor de los casos, un registro muy variado en lo que respecta al feminismo. La mayoría de los hombres que defendieron el mito de la prehistoria matriarcal durante su primer siglo (y en su mayoría han sido hombres) han considerado el patriarcado como un avance evolutivo sobre los matriarcados prehistóricos, a pesar de cierta nostalgia persistente por la igualdad de las mujeres o el gobierno benéfico igualitario mencionado más arriba.

Aunque no hay nada inherentemente feminista en el mito matriarcal, esta no es razón para descalificarlo con fines feministas como se suele hacer. Al momento funciona de manera feminista, al menos a nivel psicológico: hay amplios testimonios de eso. Muchas mujeres, y algunos hombres también, han valorado la historia de nuestro supuesto pasado matriarcal como un profundo empoderamiento y como una base sólida desde la cual partir y creer en un futuro mejor igualitario para todos nosotros.

Al final del film cuando las Barbie retoman el ‘control’ de Barbieland pensábamos se propondría un gobierno en conjunto de las Barbie y los Ken, pero sorpresivamente no lo hicieron así y me pareció bien, ningún final predecible llegó a darse. Sin embargo darle un final con una Barbieland aplicando el sistema ‘igualitario’ no estaría tan mal. La siguiente cita de un artículo escrito por Hannelore Vonier analiza uno de esos sistemas llamado «Democracia de consenso igualitario».

«El equilibrio de las sociedades matriarcales se renueva constantemente mediante la toma de decisiones por consenso, cuyo objetivo es llegar a la unanimidad. Un consejo formado por hombres y mujeres sin excluir a nadie constituye la unidad más pequeña de la sociedad, la casa del clan. Cada decisión se toma después de una discusión exhaustiva por consenso. Ahora los delegados de cada casa se reúnen a nivel del pueblo para discutir los temas que surgieron en las casas, con el objetivo de volver a encontrar consenso. Del mismo modo, continúa al nivel de la tribu, hasta que toda la nación está de acuerdo.»

Pero ahora debo bajarme de la nube del matriarcado idílico para también hablar de ciertos aspectos quizá negativos pero que forman parte de nuestra sociedad actual y son tópicos que se los suele dejar de lado. Para esto voy a retomar lo mencionado al inicio de esta parte del post, el sistema de retorno inmediato presente en las tribus matriarcales africanas. Este modelo del retorno inmediato es muy interesante ya que podemos ver el porqué las teorías socialistas y comunistas tienen mucho impacto en las mujeres, esta ideología y sus aplicaciones les recuerda a este sistema que las sociedades matriarcales aplicaron y aún aplican hoy en día como los Mosuo del Tibet, la mayoría de familias Italianas, afrodescendientes y latinoamericanas, que por supuesto jamás podrían llamarse ‘Matriarcado’ como tal pero sí podemos llamarlas ‘Mother-Centered’ donde las abuelas y las madres son las que llevan el mando de una, generalmente, numerosa familia que suele vivir en un mismo bien y se busca dividir todo para todos lo más igualitariamente posible.

Lamentablemente este tipo de familias, en el que la madre es la cabeza de familia, es el modelo de familia común en todas partes donde la gente vive en la más absoluta pobreza. No es seguro si el matriarcado causa pobreza o la pobreza matriarcado, pero la relación parece ser recíproca. Y nuevamente recalco esto es una generalidad, ya que he visto familias mother-centered o familias monoparentales con madres o padres solteros muy exitosas tanto económica como emocionalmente, llevando a sus hijos y nietos al éxito laboral y social.

Pero volviendo al tema, el psiquiatra Theodore Dalrymple (pen name de Anthony Malcolm Daniels) ha investigado mucho sobre la pobreza en el Reino Unido y la miseria, y los resultados son asombrosos; las familias que viven en la pobreza son unánimemente matriarcales.

Encontró que el modelo familiar de pobreza es una familia donde el padre y su figura han sido completamente eliminados de la ecuación. En este modelo los hombres que nacen dentro de esta familia no tienen autoridad, voz, o voto sobre los asuntos familiares. El pariente masculino y figura paterna más cercana a estos niños es el tío materno que suele ser soltero o divorciado as well.

Esto resulta en que los hombres de aquel modelo familiar no tienen ningún incentivo para comprometerse 100% a la familia. Las mujeres en este modelo familiar suelen tener hijos de hombres diferentes, y así para los hombres que nacen dentro de estas familias no tienen incentivo alguno para ser padre en ningún otro sentido que no sea el biológico. No hay ningún incentivo para el matrimonio, ya que el marido puede divorciarse a voluntad o lo pueden desechar (según Forbes 2022, el 70% o todos los divorcios se toman por iniciativa de la mujer. El 10% de ellos son por iniciativa de ambos, y el 15% del hombre)

Los hombres en esa sociedad viven en una competencia constante y sangrienta por aventuras de una noche y relaciones cortas. Los celos, las peleas, la violencia entre hombres y el machismo es la norma. Como no hay incentivo para que un chico forme una familia y se comprometa (ya que sabe puede ser echado en cualquier momento), no hay incentivo ni para la ambición, ni para la educación, ni para adquirir una profesión o una carrera; la forma más sensata de vivir en tal situación es maximizar los activos a corto plazo y no planificar nada más allá de la próxima semana. En esta sociedad el valor de un hombre o de un niño se mide por su número de conquistas sexuales, no por su posición social.

Los hombres se harán adultos y serán responsables sólo si se les da poder e influencia. Si no, quedarán como eternos niños pueriles (el síndrome de Peter Pan). Y esto es exactamente lo que sucede en estas familias de corte matriarcal; los niños en estas familias son más apreciados que las niñas y se los tiende a mimar más, no se les da responsabilidad alguna por ende nunca crecen socialmente. Pero al ir creciendo los niños varones empiezan a ser tomados como amenaza a la autoridad e integridad matriarcal por lo que se les niega el poder: sin poder significa que no hay responsabilidad ni crecimiento social y emocional. Un niño se convertirá en un hombre responsable y confiable solo si se le da poder. Es la única forma en que asumirá la responsabilidad de cualquier cosa. Si a un niño o a un hombre nunca se le da ningún poder, siempre permanecerá como un niño, tanto social como psicológicamente. También intentará eludir cualquier responsabilidad a toda costa.

En este modelo familiar los niños comenzarán sus conquistas sexuales y sus vidas a temprana edad, entre los 11 y los 12 años, y su vida puede convertirse en una vida viciosa y corta si no se les tiene la suficiente atención, lamentablemente al ser familias numerosas es lo que suele suceder. Las niñas también tienden a aspirar a la fecundidad, la sexualidad y la promiscuidad desde temprana edad. En biología, esto se conoce como estrategia r: aquellas que se concentran en favorecer una elevada tasa de crecimiento poblacional, producir numerosos descendientes, cada uno de los cuales tiene una probabilidad relativamente baja de sobrevivir hasta la edad adulta. (Ver teoría de selección r/K – Wikipedia)

La estrategia R contribuye a la idea de que las mujeres de este modelo familiar ‘matriarcal’ tienen más “influencia” en la negociación de términos en las relaciones. Este “empoderamiento” de las madres provoca inevitablemente el desempoderamiento de los hombres, y los hombres abandonan a sus familias para eludir cualquier responsabilidad ya que de todas formas no benefician a la familia.

¿En qué se benefician las madres de la situación? Mayor libertad sexual y el descarte de parejas cuando éstas dejen de ser excitantes. Esto conduce inevitablemente a una estrategia r en el apareamiento.

Dado que este modelo contribuye al modelo de «madurez temprana – desvanecimiento temprano», hay muy pocas salidas. El matriarcado y la pobreza tienden a formar un círculo vicioso.

La tasa de pobreza entre las familias encabezadas por madres (solteras) es muy alta: 34 % en general, 41 % entre las familias negras, 45 % entre las familias latinas. (Las familias monoparentales tienen una tasa de pobreza del 15,8%, sin cambios en 2010). (Ver también Ciclo de la pobreza – Wikipedia y su relación con el modelo de familia matriarcal).

Aunque se diga que lo relatado no es válido porque no es “verdadero matriarcado” para usos de este texto observamos que incluso en unas pocas familias dominadas por la madre, se puede ver un microcosmos del matriarcado histórico generalizado. También conforme al nuevo campo de los estudios matriarcales modernos que llama a las sociedades no patriarcales «matriarcales» así a secas, sin buscar otros nombres (Re-thinking ‘Matriarchy’ in Modern Matriarchal Studies de Heide Goettner-Abendroth, 2018)

Esto se confirma fácilmente cuando se observa todas y cada una de las sociedades matriarcales que alguna vez existieron.

La mayoría fueron eliminadas por la conquista, pero incluso cuando no fueron conquistadas, fueron superadas demográfica, tecnológica y económicamente.

Y, literalmente, ninguna sociedad matriarcal jamás, ya sea las extinguidas o las que aún sobreviven, cuenta entre las civilizaciones avanzadas, ya sea tecnológicamente, o por sofisticación económica o capital intelectual. Sin falta, todas ellas son tribales.

Y acá debo mencionar que aunque se suele creer que las sociedades matriarcales milenarias desaparecieron por vía sometimiento existen otras hipótesis sobre el porqué de esto, una de las hipótesis del origen del patriarcado es la propuesta por el Dr. Warren Farrell, quien nos dice que el patriarcado no se basó en un sometimiento por parte del género masculino sino que fue un acuerdo entre los dos sexos en pro de la supervivencia de la especie. Para esto se ideó, o nació por mero instinto, una división del trabajo entre los sexos: las mujeres criaban niños y arriesgaban sus vidas en el parto mientras que los hombres cazaban y arriesgaban sus vidas en la guerra para proteger a los niños que las mujeres engendraban. Ninguno de los sexos tenía derechos por encima del otros. Tenían obligaciones y responsabilidades. Ambos géneros arriesgaban sus vidas. Ambos géneros se sacrificaron por las generaciones futuras para que pudieran tener una vida mejor que la que tuvieron.

Existen personas que piensan el patriarcado no existe y no se trata más que de una hipótesis que intenta explicar la realidad. Argumentan que si la sociedad fuera patriarcal, la sociedad sería más adecuada para los hombres que para las mujeres. Argumentan que si nuestra sociedad fuera enteramente patriarcal los hombres vivirían más que las mujeres,
los hombres no serían el sexo más propenso a suicidarse (World Health Organization (WHO)). Los hombres trabajarían en trabajos más seguros y no serían los que representan el 93% de todas las muertes relacionadas con el trabajo. Los hombres tendrían la opción cultural de criar hijos, ir a trabajar o una combinación de ambos. En este momento, tienen una opción socialmente aceptada: recaudar dinero.

Y en cuanto a los negadores del patriarcado nos deberíamos preguntar: ¿por qué la noción de que las mujeres son inferiores, cómo estas nociones hicieron su lugar en la sociedad? ¿Por qué Aristóteles habló en contra de las mujeres? ¿Por qué las mujeres tienen que cambiar su apellido después del matrimonio? ¿Por qué el movimiento de castidad y pureza estaba allí solo para mujeres? ¿Por qué estaba bien que los hombres fueran polígamos? ¿Por qué hasta hace poco existía preferencia por tener un niño varón cuando una pareja o mujer va a dar a luz?, ¿por qué se espera que las mujeres sean sumisas?

La Hipótesis del Dr. Farell es también sólo una hipótesis y otro intento de explicar la Realidad. Necesitamos experimentación y pruebas para ver cuál de las muchas teorías se mantiene firme bajo un examen minucioso. Hasta entonces todos seguiremos trabajando por una sociedad más justa.

El final de la película Barbie no propone ni el fin del ‘patriarcado’ ni el inicio del ‘matriarcado’, al final todo permanece igual con las mujeres al mando en Barbieland, y con los hombres a cargo en el mundo real. Barbie buscará adaptarse en el mundo real, mientras Ken tiene pendiente su viaje de descubrimiento personal. Quizá ambos al final ayuden a crear la sociedad del “uniarchy”, donde hombres y mujeres puedan coexistir en verdadera igualdad, no es tan difícil si se lo busca aplicar apropiadamente conscientes de las obvias diferencias psicológicas y biológicas entre hombre y mujer ( y todo bien con los trans siempre y cuando no se aplique estos tratamientos a niños que aún no tienen su criterio formado. Yo a los 8 años habría elegido operarme y convertirme en un Digimon y ahora estaría arrepentido. Si tienes más de 17 años y eliges hacerte este tipo de tratamientos está bien, ya es tu decisión, pero no aplicarlo cuando niños producto de padres fanáticos y noveleros que muchas veces solo quieren seguir una tendencia simplemente sin preocuparse de la salud mental y emocional de sus hijos).

Ken quizá sólo sea el inicio del retorno cíclico o quizá el nacimiento de un nuevo sistema de sociedad que es el sistema completamente igualitario. Por supuesto para que esto llegue la sociedad sufrirá de varias turbulencias y seudo revoluciones, al momento estamos asistiendo al final del feminismo extremo. Pocas personas pueden ver en perspectiva lo que ha significado ser hombre en los últimos 15 años. Sobre todo para los adolescentes de la década de los 2010s pude ver cómo eran prácticamente obligados a abandonar su masculinidad considerada «tóxica» para lograr encajar en su grupo de amigos. El problema es que nadie se molestó en explicarles apropiadamente en qué consistía esta masculinidad tóxica por lo que para ellos significaba abandonar su masculinidad per se.

Sorprendentemente Barbie me ha hecho ser positivo en cuanto el futuro de la esencia de hombres y mujeres. Definitivamente existe un camino donde ambos géneros puedan vivir en armonía, cumpliendo sus roles naturales compartidos e intercambiados, sin competencia o sometimiento alguno, volviendo a coexistir en aquel hermafrodita primordial de los mitos de la creación donde masculino y femenino convivían en armonía pura.