El Emperador Adriano NO era gay

Emperador Adriano y Antinous

La historia del Emperador Adriano y Antinous se ha convertido en un estandarte para el movimiento lgbtq+, estos últimos años sobre todo. ¿Pero en verdad existen pruebas de la supuesta homosexualidad de Adriano? La respuesta es No.

Las «fuentes» del mito moderno del emperador Adriano homosexual vienen de textos modernos como ‘Memorias de Adriano’ (en francés, Mémoires d’Hadrien) novela publicada en 1951 obra de la escritora francesa Marguerite Yourcenar, donde la autora imagina lo que Adriano diría sobre su vida en una serie de cartas dirigidas a su heredero Marco Aurelio. Es aquí donde Adriano habla con fervor sobre su pasión por su «amante» el joven griego Antinous.

Luego esta misma narrativa sería seguida por el texto ‘Beloved and God: The Story of Hadrian and Antinous’ (1984) escrita por Royston Lambert. Texto que se convertiría en un clásico de la literatura queer.

¿Pero de dónde sacaron estos autores modernos la idea que Adriano era un declarado homosexual que solo sentía amor por Antinous e incluso sugieren sentía total aversión por su esposa y las mujeres en general?

Se suele desconfiar de las historias sobre Adriano y Antinous (Antínoo), porque la evidencia antigua real es muy escasa. Todo lo que tenemos sobre ello es un fragmento de Dion Casio (Lucius Cassius Dio) probablemente el escritor más fiable sobre el tiempo del reinado de Adriano, quien sobre éste y su relación con Antinous dijo lo siguiente:

‘Antínoo era de Bitinio, ciudad de Bitinia, que también llamamos Claudiópolis; Había sido favorito del emperador y había muerto en Egipto, ya sea cayendo al Nilo, como escribe Adriano, o, como es verdad, siendo ofrecido en sacrificio. Porque Adriano, como ya he dicho, fue siempre muy curioso y empleó adivinaciones y encantamientos de toda clase. En consecuencia, honró a Antínoo, ya sea por su amor hacia él o porque el joven se había comprometido voluntariamente a morir (siendo necesario que una vida se entregara libremente para la realización de los fines que Adriano tenía en mente), construyendo una ciudad en el lugar donde había sufrido este destino y ponerle su nombre; y también erigió estatuas, o más bien imágenes sagradas, de él en prácticamente todo el mundo. Finalmente, declaró que había visto una estrella que supuso era la de Antinoo, y con mucho gusto prestó oído a las historias ficticias tejidas por sus asociados en el sentido de que la estrella realmente había surgido del espíritu de Antinoo. Por esto, pues, fue objeto de algunas burlas, y también porque a la muerte de su hermana Paulina no le había rendido inmediatamente ningún honor.’

Y es todo lo que existe sobre aquello. Es solo una mención cual pie de página, que sin embargo nos cuenta cosas muy interesantes en las que vamos a indagar un poco.

Primero, se dice que fue la reacción de Adriano ante la muerte de Antinous la que provocó que se lo tache de afeminado u homosexual al emperador, ya que al morir Antinous los testigos dijeron que Adriano había llorado y gemido como mujer producto del dolor que le ocasionó aquella muerte.

Esta supuesta reacción sirvieron para alimentar los rumores que Cassius Dio nos comenta de actividades religiosas nefastas o ilícitas realizadas por el emperador, tanto antes como después de la muerte de Antinous. Son estos rumores, más que su inclinación sexual, los que atrajeron la atención de las lenguas turbulentas en Roma que bien podrían haber inventado este rumor que se ha transmitido generacionalmente hasta hoy.

Ahora bien, lo que no podemos negar es que en la Antigua Roma las relaciones entre hombres eran un hecho. Era ‘socialmente aceptable’ siempre y cuando el hombre mayor sea activo y jamás pasivo, es decir, que no se deje penetrar. En el caso de Adriano todo indica su relación con Antinous o era una relación cuasi filial y por eso lloró tanto su partida, o tenían una relación basada en el erotismo como las que hoy tiene un hombre con una trans o un femboy. Tampoco niego 100% que hayan tenido una relación de pareja como tal, pero lo veo improbable por la falta de escritos de su era sobre ello. Podríamos decir que Adriano quizá fue bisexual viéndolo desde nuestro punto de vista contemporáneo, pero no era gay u homosexual al 100% como nos lo cuentan ya que sus numerosas aventuras con otras mujeres sí están documentadas.

Lo que me intriga más en las circunstancias de la muerte de Antinous, ¿acaso fue un accidente o asesinato, se trató de suicidio, o se trató de un sacrificio a los dioses por parte de Adriano como infiere Cassios Dio? Es algo muy interesante. Existen teorías sobre las 3 versiones; «accidente» provocado por los guardias de Adriano quienes lo lanzaron al Nilo; suicidio por parte de Antinous porque no soportaba la vergüenza de ser considerado el amante sumiso de Adriano, y la principal; el sacrificio que le fue solicitado a Adriano por los sacerdotes mistéricos egipcios para logran afianzarse en el poder. La más aceptada es la teoría del sacrificio a los dioses.

Sea como fuere, quizá por consejo de los sacerdotes mistéricos egipcios, luego de la muerte de Antinous Adriano elevó a éste a la figura de un dios. Empezó a erigir monumentos en honor al dios Antinous, asimilándolo a otros dioses como Osiris (quien también había muerto en el Nilo según el mito) y de Dioniso (dios muy popular en la región oriental del Imperio Romano). Empezó a fundar ciudades con el nombre de Antinous como Antinoópolis o Antínoe.

Sin embargo existió una localidad que rechazó totalmente la imposición de este nuevo ‘dios’ destruyendo sus estatuas ya que lo consideraban un insulto a sus creencias monoteístas. Así es, eran los habitantes de la localidad de Judea. La reacción que Adriano tuvo ante estos rebeldes judíos fue brutal to say the least, tan brutal fue que se le empezó a llamar ‘Adriano, el destructor de judíos

Y no era para menos, ya que se estima que Adriano se encargó del aniquilamiento de más de medio millón de judíos. Estuvo cerca de terminar con la región de Judea y su población.

Aparte de imponerles un nuevo dios el emperador Adriano, que no tenía en buen concepto al pueblo judío, promulgó un decreto por el que prohibía expresamente la práctica de la circuncisión (práctica que Adriano consideraba una aberrante mutilación), así como el respeto del Sabbat y otras leyes religiosas, y también proclamar la nueva ciudad Aelia Capitolina como la nueva capital de la región en lugar de Jerusalén.

Ésto provocó una revuelta judía sangrientamente liderada por Simón bar Kojba, considerado el nuevo mesías por los judíos, caudillo que iba a liberar al pueblo judío de los romanos. Para lograr su cometido masacró a la población romana y cristiana de la región.

La reacción de Adriano se hizo esperar, y recién dos años después, en el 135 D.C. envió a numerosas tropas a Judea, pero qué digo numerosas, envió 12 ¡DOCE! Legiones Romanas. Recordemos que cada legión Romana tenía un aproximado de 6000 soldados, y que Julio César solo necesitó de 4 legiones para conquistar toda la Galia (Francia).

Así que Adriano sabía lo que hacía, y no tuvo piedad con los judíos exterminando a más de 580.000 judíos. Les prohibió la entrada a Jerusalén tanto a judíos como a cristianos provocando la diáspora judía a diferentes Territorios. Eliminó la provincia de Judea, le cambió el nombre a Palestina (nombre derivado de Filisteo), y la fusionó con otra provincia naciendo así la provincia de Siria-Palestina.

Como vemos Adriano tiene mucho que ver con el conflicto Judío-Palestino que sigue activo hasta nuestra era. Adriano es considerado uno de los «Cinco emperadores buenos» junto a Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pio, y Marco Aurelio. Este post fue un pequeño homenaje a este gran emperador aún incomprendido en nuestra historia.